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Mostrando entradas de abril, 2016
vivamos en la repugnante locura que nos enfrenta con nuestra bobería, saquemos de nuestra vertebral angustia lo que realmente sentimos, lo que en realidad pensamos, quejas, por el que nos hace bien y quejas por lo que nos mata pero simple es mirar la carreta y amontonarnos atrás, elegir la comodidad lo que no nos incomode lo que nos oculte en el barullo, saquemos nuestra irá, lo que arde y repugna y por último digamos que lo que buscamos es nuestro interés, mezquino y chiquito, que no nos enfrente y seamos sinceros, digamos realmente que queremos la ganancia fácil, el sueño de millonario que  encona nuestros complejos por que fuimos y somos el producto de lo que vemos en la tv. Amaru castelA.
vamos a vivir en la dulce estancia del colibrí en la estela primorosa del mar entre la mojada hierva entre el musgo y las algas, en la montaña !vámonos! no vivamos más en la añoranza ni en los recuerdos ficticios del fatuo ego, !estúpido! de una vida cobarde que muy poco despues del llanto del llanto del parto, nos engaña !vámonos! vamos lejos donde el viento habla y el agua cura vámonos a vivir como plantas del aroma emblema, como aves que pasan, vivamos como el sol !vámonos! vámonos a otro mundo a aguas quietas y visión nublada pero real, a hablar como un árbol, sin carga, !sin vivir arduo! como animales vivamos lejos de estas calles, lejos de las caras de repugnancia. Amaru castelA.
Estéril destino, larga trenza de días que ya no quiero. Así soy yo,  solo sueños, vivo un mundo de sombras, impulso de sentimientos sin rumbo ni estructura que titerizan mi aspecto. Aún no voy al inframundo, vivo a la mitad donde las almas desechas aún guardan rostros de gentileza. Ya salí de ahí de tu concepto... Ya viví allá, lejos, sólo con esperanza por paz, quisiera ser arpía que tritura el cráneo al vuelo de mis recuerdos. Y al ver mi imáginario  destrozado sangrante, despellejado, sin una sola curación a su dolor, volveré mi corazón negro, flor, para, arrancada huntarla sobre toda mi agonía. Terror descuartizado, momento que a cada rato se repite, desmembro de mi, de mi destino donde ya no vivo, donde quede atrás, sin saber reconocerme. Amaru castelA.
Media en mi, el miedo, ! la oscuridad ! no poder llorar ni ser firme. Cuando a hurtadillas se acerca el silencio retumba un murmullo, !la inmensa normalidad que yo no tengo! Las mantas que arden para al final ocultarme gritan: !ya vienen!, ya llegan las voces, musitan los demonios y los ángeles, vuelan mirándome con extrañeza. Se escuchan sus alas, que se quejan, ?por qué? yo debería ser como, como alguien lo explicaba. Hasta el mismo Dios se frena, se retuerce, ?por qué? ! no hay nada ! en la oscura ausencia Ahora, mucho más media el miedo en la cena, al ver la televisión, al ir a trabajar. Media de miedo con un shoot de limón, media, entre mi futuro y mi sensibilidad, entre lo que yo debo y lo que nunca pagaré, entre la seis de la tarde, la hora del muerto y los primeros rayos de sol. Solamente me divide a la mitad el miedo en la oscuridad. Amaru castelA.
Una curva del viento cambia el tiempo el norte diluye lo riega al este, expande el sur, conquista al oeste donde hasta el perro enfermo de la piel, que vive en la inmunda y come de la quebrada, sabe como sobrevivir, !como vivir! mejor que yo que me encierro entre el antro y la cama, sin salidas al patio ni visita marital, añorando la luna avergonzado al sol. !Una curva al viento! y no se ya lo que quiero, una casa del dios dinero con maquillajes para la fachada, luego no lo quiero, cuando lo tenga querré el sentimiento, un silbido de mi sombra alejándose a otro puerto; aquí, !donde no se navega! donde nunca se ha navegado. !Una curva en el viento! y se derrama todo, todo lo que pasa todo lo que siento, !ya no tiene importancia! la gente que me cuida y hasta los que detesto, las casas, el concreto, el dulce cielo azulado lleno de toxico excremento, !hollín y panela! el desfiladero al infierno esta lleno, !odio hacer cola! y más odio !perder tiemp
A flor de viento... y el viento que desflora en un lamento                 tú dulzura carne magra, íntima y con acento      dulce   oscura                    y los gemidos en la boca encarnada del averno. el cielo que recorre en las quebradas de tu adentro         y tus piernas briosas yeguas que acarrean el universo, tus besos, tus pechos, tú cadera de abeto... y tu inocencia que de rasga en los ojos de tus senos que se queman, las cenizas que se mojan en el suelo, a flor de viento, flores negras levantan su último vuelo y se esfuma ya te encuentro trémula y sin contento pierde el poeta a la niña que ansiaba,       ya no te quiero... Amaru castelA.
El espíritu entusiasmado, jala  la materia, exige al cuerpo, lo hace fuerte. El espíritu acongojado lo marchita. Amaru castelA.
El mundo gira a prisa, se detiene, un golpe la paraliza para bautizarla con cerveza , descontrolada e ingenua sonríe amable, sedienta de amor. Sus verdugos encapuchados gimen temblorosos, fuerza otra sonrisa entre sus rígidas piernas. Se detiene el mundo en soledad y unos ojos tibios aparecen, la miran con cariño... Amaru castelA.
EL ALMA -  SAMAY - LA PAZ Lo peor de la Cultura Occidental o Cultura de muerte, es pensar que es la única y exclusiva. Todo lo traduce o trasfonda a su comprensión. El concepto del alma no existía en el mundo andino como la concepción griega que alimentó al judeo-cristianismo. Al buscar un paralelismo al alma occidental podría compararse con el sueño, la vida en los sueños del runa (humano) . Samay es el viento, un viento bueno que fluye del ser y reconoce él de los demás seres y objetos. El runa no es una criatura (creado). Es hijo, nacido, de la Pacha Mamá, como todo los demás seres animados y no animados. El ser hijo, conecta y concuerda la visión del runa andino con el hombre de otras culturas ancestrales. El culto a la Diosa, por ejemplo, sobreviviente en Europa y Asia hasta mucho después de implantado el cristianismo con Constantino, lo demuestra. Eran hijos de la Diosa. Su relación con su deidad era maternal. Para el runa andino, el ser hijo de una madre, le confiere el est
Aún la sangre esta en flor sobre la tierra, no puedo superar la pestilencia que fluye en mis venas. El mestizaje violento que viola mi peregrinar, los olores de cada color, el arco iris fantasma de negros y grises. Sofocado por un inmaculado y pútrido blanco, el bronce infecto, viciado fluye, el cobre corrompido de nobleza insepulta, se  aconciencia de impura, sobajada, sobornada  pereza. Se autoengaña la comodidad, mísera e inmunda, no puedo dejar pasar la vida, no puedo dejar atrás la muerte, las haré lodo, barro en mis manos para asentar mi morada, mi camino. Amaru castelA.
golondrinas quiso el poeta en un cielo de palomas, un balcón elevado en una choza de carrizo y tierra. quiso un verano eterno y se encontró acarreando leña, cuando supo que es longo, negro, cholo se alejó a las canteras. se escondió en las cenizas obligado a ver realitis y novelas, películas de ojos grises y piel de seda se acurrucó sólo,  solo apago su vela. Amaru castelA.
cuando niño quería que la absoluta oscuridad me cubriese, para que las sombras no me miraran. luego  adolescente, buscaba el frío que me llenará, para no ser como los demás. de adulto aprendí ha llevarlos dentro, la oscuridad y el frío. ya soy viejo y se que nunca me los podré despegar. Amaru castelA.
Aún la sangre esta en flor sobre la tierra, no puedo superar la pestilencia que fluye en mis venas. El mestizaje violento que viola mi peregrinar, los olores de cada color, el arco iris fantasma de negros y grises. Sofocado por un inmaculado y pútrido blanco, el bronce infecto, viciado fluye, el cobre corrompido de nobleza insepulta, se  aconciencia de impura, sobajada, sobornada  pereza. Se autoengaña la comodidad, mísera e inmunda, no puedo dejar pasar la vida, no puedo dejar atrás la muerte, las haré lodo, barro en mis manos para asentar mi morada, mi camino. Amaru castelA.
Llueve la espera en un cristal turbio la rutina sin preludio ni porvenir, tarde que se alarga sin  motivo ni provecho, acaba el tiempo. Deteriora la vida en un hueco escuchando las risas de fuera la lluvia que danza y excita lenguas, manos, piernas. Con un sol encendido en cera resbaló un trago de frío, atormenta tanto su delirio que asesino al tiempo, ya sin pena. Amaru castelA.
A riesgo de quedar expuesto, debo desescombrar mis prejuicios e intolerancias. sufro una fulminante y terrible afección que me degenera y se activa al escuchar regeton, bachatas, ballenatos, rap, regge, hiphop y ese tipo de ritmos y géneros musicales.  Juzgemen y acato la condena, pero es un dictamen superior a mi humanidad, que ya no depende de mi y es parte de mi identidad. Pero lo que verdaderamente no soporto, ni soportan mis viseras es el fútbol y todo su consumo industrial. Amaru castelA.
ella corrió a sus brazos, en medio de tanta distancia, miedo, lágrimas; lo abrazó. Al instante sintió que ya todo había terminado. *Amaru castelA*
Encontré algo que define en mi la bestia, un odio ancestral que inflama mi vil ira aquel que piensa que por viejo y por algún derecho de suyo, de acumulación o experiencia, se merece mi respeto ser misógino, chovinista, grosero y vulgo, vulgar impertinente y ridículo que opina a gritos  su ignorancia y mediocridad, como un puño de un débil mamarracho, víctima engreída que camina victimando, no lo trago me asfixia su toxicidad, su mal gusto por la vida su vida simple y frustrada. Amaru castelA.