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poemquito006

Quito llueve y llueve 
Irracional 
Denigrante 
Insulta con su sangre
e impone su razón.
Martiriza los Lagartos insoportables
Indiferentes
escampan a la lumbre de un cigarro 
mientras una polilla se pasea inquietante
Mojada desde dentro
Mogigata
Se prende
El poste ,
succiona la sensibilidad 
Baja el puente de piedras y aulla por una presa,
Sopla la empanada
el viento se calienta 
Tufo huele a canela y guanchaca .
Todos tiemblan y se alejan
Los viejos se callan
Los párvulos se orinan y resbalan en sus cochas .
El ómnibus me transporta
Arriba la zona
Con los túneles inundados
Del alcalde raposa,
pantanal recoveco
De las locas desilucionadas,
Bestiario negro de otro hemisferio
Me miran
Me van al asecho,
suben los arboles depedazan las aves 
succionan sus huevos.
Llueve y llueve
En Quito
La dura la bella
Rauda y diferente ,
Los burocratas caligulas 
inconstantes de la alianza  también
Despotrican del maestro
educo a sus hijos
Sano  ombligos 
matizo su café  con bolon de verde
A la hora del te en el salón del shaguarma.
Me asqueo  regreso al lecho
Larvas  concientes 
Cálidas y colectivas 
me devoran
Pero es tan placentero
Morir mientras llueve .

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MALEVA

Iré llorando a la guaca con el luto en las manos iré como arcilla al río con mi corazón destrozado. Volveré a la turba añil volveré de verdes collados a ser el pájaro de abril que muere en cielos vedados. Seré tierra negra de páramo seré lucerna fría de invierno que al mar eterno reclamo tras la gris cortina del averno. Iré llorando a tus ojos una sola vez diré te amo y así nunca más llamaré tu nombre que se extravió.

Las montañas

Las Montañas.  Cuando muera no me iré, me quedaré en las montañas donde tu mirada me busque,  en el ladrar de los perros,  en la cangagua,  en los ojos puros y sonrisas sin maldad. Busca mi alma si me extrañas,  allá lejos en las montañas,  por los caminos de lodo y las gradas de quebradas,  en cachorros con frío y en los niños del cerro.  Con los Apus me voy a quedar,  a oír sus leyendas y escuchar su sabiduría,  oliendo los eucaliptos y las ortigas  que nunca pude diferenciar. Caminaré con él caminante, impulsaré su bastón de palo y suavizaré su paso. Acumularé las penas para bajarlas al río  y llegaré donde dormida talvez en mi sueñes, talvez me recuerdes y cuidaré tu sueño. Amaru castelA.

FEMINICIDIO

Más que un escarmiento esto es una inhumación, un rosario de tragedias y ruegos que han podrido  tú alma.  Siento tus dientes fracturar mi mandíbula, la saliva sangiinea de una traquea triturada, falanges primates en mecánica involución, se esconden en conceptos la falacia de tú  amor, de tú necesidad baja de reproducir. Perpetro incontenible en las falditas, en las muñecas, en la ropa de escaparate que tú mismo me diste, por la que me sentencias, con la que ahogas mi vida mientras de lejos retimbran ecos de mi risa niña preparando la víctima para la expiación. Siento tú instinto fósil moverse sobre la tierra, entre mis viceras. Con codicia espeluznante, pala a pala con odio atormentado, con venganza por los besos, por los momentos irreales. Con tu amor en la boca pastosa y mortesina, con tus golpes, con tus insultos siento tu medio centímetro de poder aplastandome. La bulla lejana, el comentario morboso, escandalo y duda, mi nombre sin mí.  Siento la pena compartida, la culpa injusta,