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Mostrando entradas de agosto, 2017

Ullaguanga Huayco. La Ronda

Hay un parde grillos en su mirada de capariche, donde se enciende el día, al final de la estrecha calle. Deja que las cuerdas disecten mis venas, que la amarga sangre oscurezca la habitación;                               mal entablada,                                                 de tierra. Del borde de la quebrada ya se olvida el olor a perro muerto, que los gallinazos se llevaron,                             mezclado con guarapo,                                                 con sudor. Esa voz que se inyecta en los conductos de la angustia, desesperando,                      doliendo,                                llorando. Duele la voz perturbadora,                                         del poeta,                                              en otra garganta,                                                  en otra caja podrida,                                                       vacía de gallinazos. Le duele al viento

LA LUNA DE LAS LUCIERNAGAS

Su terno percudido, acartonado. Luce horrendo y hace juego con las personas que llegan a su ventanilla. Pasan en columna las horas, los soles, las lluvias, entre formularios y teclas. Entre nombres y números de cédula. Un sello sin tinta marca el compás de su película. Cada tarde, al alba, sale de su oscuridad, contando centavos para reunir un vino, una cerveza o simplemente un café. E n su habitual mesa, libera la mente y acomoda una colección de notitas amarillas, moradas, blancas; que surgieron al apuro durante el día. Son muchas más, cuando ya no tiene dinero para almorzar. Llega a su cama radiante, feliz, consumado; cuando ha logrado un poema, un cuento o un escrito que lo conmueva. Esta es su vida, saciar la terrible urgencia por escribir, parece que siempre fue así. Cinco años de lo mismo han destruido su recuerdo, su pasado. Todos saben que él viene de otro lugar, un estado constante de inspiración, el cual le cuesta ca

AL TRAIDOR...

10 años ,  un suspiro, un sueño perdido en la voz de un traidor. Cortina conservadora que ensucia y enfría. La luna esquiva que se aleja del sol. Pájaro de fuego que ilusionó a todo el mundo, toro en el ruedo que se entregó por temor. Tradición en el dialogo. La envidia encona y el odio germina      las manos ansiosas      los ojos con ambición. La mente joven que nació sin espina inf è cta de gusanos postmodernos y sin curación. Flota en la cocina de la mansión del banquero. En el charco lúgubre del heredero de un conquistador. Vemos de lejos. Desde la década luminosa la intransigencia del pasado que resucita             la atrocidad.

MUNANI MASHI RAFAEL

Del hueco insondable al silencio tu voz ilumino el camino, entre tus manos fraguaste el tiempo, donde antes gritos, alaridos, coraje y rebeldía.   Nos cambiaste el destino. Munani Mashi Rafael la canción antigua que se atora en la traquea vuela nuevamente entre las montañas, al mar acalambra la espina. Por tus pasos de gigante se ha levantado la tierra a protegernos del amo a iluminar nos el alma. Munani, munani, shuyani y espero ser grande como tú mi boca, llena de viento ! que no miente ! mis palabras de agua !que no se detengan! Tanto amor contienes que desbordas la lluvia, munani, munani Rafael, esperamos de pie a que vuelvas.

LLORA LA PATRIA

La patria llora el traidor reclama: ! yo seré tu recuerdo ! yo borraré la palabra, !la historia! Los dientes postizos chasquean caracoles, ojos viles truhanes que pactan, casas desiertas donde moran las armas las casas destruidas llenas de lágrimas. Lloran las plazas, la traición se jacta, se retuerce en su salsa. Lloran los ojos del pueblo, enmudecido, hasta que regurgiten las palmas, los puños, hasta que la luz se apaga. incendiaremos al cielo asaltaremos la esperanza. Llora la patria para lavar la farsa, la mentira la caterva.