El aire. cognición adecuada a la era, lugtansa infima del ser donde la suave calides de la arcilla acogedora, vasija que acurruca chapoteando frente al horizonte tibio cortado por aves chillonas, resplandece y ya no es vital. Agua en los pulmones, sangre en el ojo, que irridia, que fulgura la otra orilla a donde voy, de donde vengo. Me cubre la melasa roja antes de nacer. Estoy tan tibio, tan agusto en el Utero... Amaru castelA.
ECUADOR MILES DE AÑOS MILES DE LETRAS