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Mostrando entradas de 2016

La esposa de Dios, Conspiraciones Bíblicas

poem031

Al espejo. Un torrente de penas en procesión, falencias, carencias, ausencias de significado,  sola  existencia.  sin momentos, sin  necesidad.

poem030

Me asusta la claridad  que destapa rostros,  !que no debe ser! Retumba en pasos des ilinando la tersa oscuridad, nocturna paz   , melancólica sinfonía. Martilla la claridad, Insolente, abusiva,  oposa,  invade su lagar que en silencio musita, extingue, arrulla y duele dentro del no ser. Se asusta y ofende, la claridad fina que descobija y expone a la burla. El calor de la noche, las intimas lucubraciones. Todo era un paraíso y la luz creo la palabra. Todo era quietud. Paz del silencio y luciferica bondad.  Soplaba un delirio, suave espejismo. Golpeó un trino,  la palabra, el habla, la voz creo al humano y se creo la mentira, y se crearon cosa a cosa y desapareció lo primordial . Se enconó las mentes, se lleno de pus los corazones  las ideas, polillas negras empolvando su vuelo, su pensamiento y su soñar. Me da miedo la penumbra, luz azul del ocaso, me da miedo el atardecer.

poem032

!Moriste! y nada acaba en el viento vuelan mis besos, tus besos, el deseo que arde en el suspendido vacío que rodea el tiempo que ya no sigue y me detiene. Regreso en imágenes de color y sol invisibles a la oscuridad,  de la compañía en soledad, que soy yo. Y el llanto transmuta la humedad de las gotas en baile, danza la lluvia en tus brazos  deslizando los pasos al barranco y ahoga el aire y tu caída me detiene, la vida, se detienen los astros y se acerca la tierra. !Moriste y nada acaba!

poem033

Pasaría la tarde mustia deshojando tú boca angora, besando pétalos viento mientras las hojas vuelan muertas. Succionando tú copa lengua y peinando tus prados seda, acurrucando tus hombros astro y aplastando tus senos marea. Pasaría la tarde agusta destejiendo dedos madera, abriendo tus ojos a la fuerza y cerrando el eco entre tus piernas. Atravesaría la desolación, la melancólica tristeza, esta tarde inmensa con un sonido de tú voz.
Hay una voz al leer, no la humana de leer en voz alta, es la voz con la que se habla en los sueños. Quienes no leen nunca hablarán en ellos.

poem034

Mi corazón no se inmuta con tú dolor ,  se precipita sobre las paredes de esta calle ridícula. Ya no se vuelve al oír tú voz, aprecia más el silencio, el sol lejano que no incendie tú ira, ni la extinga con lágrimas. Abrir tu boca, serrar tus piernas, todo es costumbre. Contigo me acostumbre a comer solo, a soñar callado, a oír la voz sin personas.

poem035

Quién eres? preguntas. Y yo comprendo de pronto, pensé que era yo, pero es mi cadáver el que me arrastra por sus apetitos y complejos. Quien eres? insistes. Yo, carne magra sin sensibilidad ni dulzura, nunca podría saberlo. Yo no sé quien soy, lo sabes tú, tú que me miras, que conversas, que me escuchas. Que soportas mi ego y te imaginas mis sueños.

poem036

Salen corriendo de sus casas. Empiezan a flotar sin gravedad, miles y miles pueblan el viento, se elevan, revientan. Una inmensa mancha de sangre inunda el cielo, este es su infierno ?o su cielo? una gran felicidad los invade al momento de explotar. Abajo los miran los incrédulos, deshaciéndose en cenizas, !este es el infierno! mareas de fuego recorren el terreno incinerando la creación. Los escuchan los temerosos, los herejes y anatemas, escondidos bajo tierra, escuchando los pasos de aquel dios, esperando que se vaya y se olvide de sus pecados. Que no vuelva a este planeta.

poem037

Cómo entenderte?, cómo saber que hago aquí?, en la calle Val paraíso todo se me va al infierno. Me cuesta el primer paso, huir de tu risa loca, de las manos exactas que te exitan. Trato de regresar a recoger mi dignidad. la vida que se hunde en la vereda. Y no puedo. Un cigarro llora en la tienda y mi rostro se desvanese . Los vecinos estupefactos me empujan. Todo es diferente, esta ya no es mi tola, la de tola mi vida.

poem038

He quedado             libre del universo ya mi vida             no navega en el tiempo, pasa todo y el pasado pesa, un cadáver de vergüenza y frustración. Ya puedo            percibir tu carne dulce y caliente tu              espumosa sangre, la vibrante vida en             tus partes, el movimiento que transforma el dolor. Ya soy uno          de esos  hombres de  la luna,     que navega         en los vientos, sobre el mal       en los cielos de  tu cuerpo y adentro en un orgasmo brutal. Ya no siento la fatiga de la vida, ya no tengo límites ni ley, en tu besos encuentro una salida y en tus piernas se pierde el entender.

poem039

el viento grita, protesta un gemido urge y canta lúgubre al aire, que se apena. su aliento desgarra el alma que es agua, no quiere ser sefiro de pakarina,  adentro: - aquietate para reflejar al cielo, esas esquirlas destructoras de otro tiempo, - la paz que quema que fluye entre nubes de escombros congelados con la pena, al corazón del océano, donde flotan los muertos.

poem040

Se quebró como una nuez mientras se caía todo, sus brazos su corpulencia, su animo y vitalidad. Su cerebro expuesto olor a almendras se dividió con armonía, mientras oía la canción : comezón, comezón en la lengua y en la piel, comezón bajo las uñas comezón bajo los pies, entre piernas entre ropas, en la saliva que chorrea en los ojos que me ven. Y era arrastrado a su ultimo convite.

poem041

Recuerdas las tardes tan fáciles sin opresión,  sin momentos. Todo un solo gozo un solo sueño, sin responsabilidad ni consuelos. Recuerdas las tardes  tan diáfanas, transparentes, tan vanas, tan bellas.

poem042

Se cobija la tarde con la luz azul que desvanece la alegría. No llegó a tiempo y el bosque lo proclama, sombras cómplices te miran desde los escondrijos de la ventana. Muy pronto los alaridos de su demencia apagaran la tierra. No vendrá por los niños, ! viene por ti ! golpean estruendosos los segundos en la danza de la angustia y el miedo, se cubren todos los muebles de pena. La cerradura suena y se abre el infierno, una caricia canalla, un puñetazo directo, chillidos indebles, desorientados, sangre entre   fuerza y besos, golpes en carne blanda, despojos en carne noble. Luego a servir la cama, la mesa, la esclava. Oír el canto maldito de la madrugada.

poem043

Quisiera hoy no ir a trabajar, caminar hacia el billar por las calles retorcidas, causando miedo en los estragos, cabello largo, pantalón roto  cadenas, puntas de metal y mis gastadas botas. No rendir mi dignidad Ni humillar mi persona ante la nesecidad.  Ser inmortal y libre sin edad,  solo por hoy y quizás mañana. Hoy quisiera no ir a trabajar largarme con los malos.

poem044

Caminaba triste y la lluvia me besó. Y empezó... Evolucionó mi alma, se mancho de colores, el amarillo resalta en el negro, la sangre degeneró violeta y rosa en el celeste firmamento que yo fui, incendiaron al mundo y el anaranjado cielo se derretía. La lluvia me destrampaba, sus gotas inmensas de chocolate y tierra seca empezaron a procrear, miles de seres,  caminaban, huían corriendo para desmenuzare el las sombras, en las conchas. Un indiscutible olor a chacra reclamaba el asfalto. Me abrazo el viento un abrazo fuerte que me destrozó y piltrafa moribunda se retorcía amenazando la vida, no la mía, la de mis hijos, solo la garua se deslizaba bailando con el sol. Paso la lluvia, en mi tristeza me llamó, por mi nombre        que aún no conocía, me dio otro beso, un beso de amor.

poem045

Aquélla sustancia que fluye en el cuerpo, que hace tener ganas de vivir, enfrentar los problemas; se me ha terminado. La cama se convierte en sarcófago eterno donde las horas pasan llorando. Ya ni el viento entra y las cosas del cuarto me miran con pena. Extravíe los zapatos y la ropa me tiene asco. Recuerdo felizmente, las calles sucias, la miseria, la inmunda suerte de los desarropados. Ni la muerte viene, solo el hambre con migo conversa, que falta para orillarme a un hueco y esperar el colapso. Las ansias y los sueños son imágenes del techo, el murmullo de otras voces me dan miedo, donde habrá un lugar al que escapar. Donde podre abandonar mis huesos.
Irremediablemente partiré tú corazón, desmenuzare tú alma, al final entre tus pedazos nacerán alas, fluiras como miel, y yo, tendré otra vez, una escusa para ahogarme. Destrozaremos el núcleo y la institución, volando entre soles quemaremos la tierra, no quedará ni un cadáver en la hoguera, beberemos té en el jardín de la luna y en cada sombra, en cada estrella ensuciaremos la pasión. Sumida al embeleso, melancólica, atónita, me veras partir, !tú misma lo pediras! ; mirándome desaparecer, beberás el dolor que hoy no calienta tú mañana. Una quietud indolente me atravesará, los días regresaran en un calendario irracional e indiferente. No nos responderán ya los torbellinos, los cuartos vacíos y llenos de otros, pasarán sin conmoverse ante nosotros; tumbas expuestas de restos frescos, !tumbas del amor! , del deleite, de un dios mezquino. ?Cómo conmoverme ahora, ante tus ojos? primera mirada que previene tanta destrucción, dolor profetizado. Sí las ganas azotan las rocas y estre
He quedado             libre del universo ya mi vida             no navega en el tiempo, pasa todo y el pasado pesa, un cadáver de vergüenza y frustración. Ya puedo            percibir tu carne dulce y caliente tu               espumosa sangre, la vibrante vida en             tus partes, el movimiento que transforma el dolor. Ya soy uno          de esos  hombres de  la luna,     que navega         en los vientos, sobre el mal       en los cielos de  tu cuerpo y adentro en un orgasmo brutal. Ya no siento la fatiga de la vida, ya no tengo límites ni ley, en tu besos encuentro una salida y en tus piernas se pierde el entender.
La noche eleva sus cantos por mis venas,  sopla sus vientos por mis poros, besa mi boca por dentro y me lleva. Enloquece mis manos apasiona mis piernas, la piel se separa, se aleja,  la carne y el ñuto  se queman, se derriten los jugos y la noche los prueba; absorbe, sopla; absorbe y traga, y en sus entrañas exploto, me descompongo, bailo, grito, muero y luego exhaló; eyaculó. La noche me deja, me expulsa a la oscuridad.