Perdemos de pie, sin quejas, sin reproches, asumimos la derrota como el día en que se oscureció la noche, cómo la tierra cuando llegó el dolor, cómo la raza que sucumbió al terror y lo expandió al mundo. A levantar la cabeza, elevar los puños. Peleamos con dignidad y perdimos con honor, peliamos hasta el final, sin cobardía, sin retroceder, sin rendirnos. Ahora vuelve el tiempo en que para llamarse revolución deberemos pelear en la calle cada mendrugo de pan, cada noche de sueño, cada minuto de paz, se defenderá la vida, el agua, la tierra, el mañana, con sangre negra en el rojo pavimento, con humo naranja en el azul cielo, con lágrimas madres en los hijos muertos, con deudas lápidas en la cárcel y el despojo. Se termina la calma, volverán la ruina, el esclavo, caminando maniatado a su sueldo de miseria. No nos sintamos derrotados, volvemos a la guerra, al combate, a la trinchera, dónde nadie se confunde ni piensen que son lo que no eran. Volvamos hacer revolución. Amaru cas
ECUADOR MILES DE AÑOS MILES DE LETRAS