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Mostrando entradas de diciembre, 2018
CONSTANTE. Una boca constante de besos redondos, mojados, un cuello flagelado de espigadas mordidas, los pechos concisos, duros, irrigados de candente yeso que se deshace en los dedos. Tu barriga perforada, constante, trampa de arenas movedisas desde donde pescar tus muslos blandos, frescos, resbalosos, es mortal para obtener la posición correcta, poderosa, que no interrumpa la penetración a tu mente. Dominar mil gaviotas, millones en cardumen, seres de movimiento constante, rítmico, fosforecente, que me absorven, que me pierden y convierten en una sola masa con tigo. Con tigo que no se quien eres pero que ya somos uno, en un solo movimiento, turbio, violento, apagado, constante. Y luego, el silencio, el vacio, la calma. Amaru castelA.
Poema x las fiestas de Quito. Yo vivo en otro Quito el Quito Andino el Quito pobre, despreciado, de gatos mojados y perros hambrientos. Yo vivo en un Quito frío, lleno de desamparo. Donde mira el Inti con lástima desde un jilguero, donde la luna rompe en tormenta para tomar sus rosas, sus manos, la palpitante víctima del escenario, por no ser blanca, por ser la mofa, por existir fuera del argumento. Grita una leyenda escrita desde el genocidio: "Dios ayuda al fuerte, el débil merece la muerte" Y los Apus callan. Los protectores desconocen. Las Mamas dan la espalda. Pero Quito sigue, ardiente nido de violentas rafagas, de vida, de almas, de lluvia tolerancia hasta que la olla hirviente caiga, hasta que todos en un puño quebrantan, hasta que partes del mismo shungo quebrantan, hasta que almas del mismo viento quebrantan, destruyan, renueven la tierra y miren al cielo directo, al sol recto, al mismo centro del universo. En la mitad del mundo,
CORAZÓN HERIDO (Pasillo) Corazón herido que arrastro sangrante por un mundo frío por esta cruel gente. Lo llevo casi vivo siempre doliente y terco ciego, desesperado, por tu esquina lo paseo. Así sangra y llora vive sin consuelo perdido en recuerdos de chicha con jora. Asi, sonriendo a su desdicha clavando penas en su herida vive buscandote en la muerte vive buscandote sin vida . Amaru castelA.
Dejemos de ser tan civilizados, tan tolerantes. Lo que nos falta es ser más barbaros, arrogantes que a filo de puñetazo defendamos las verdades, nuestra clase, la vida de quienes amamos. La vida de los que callen. Ya no seamos espirituales, encarnadas fieras con sangre enemiga en las falanges. Luchemos por dignidad e implantemos nuestra libertad. Bebamos su sangre, desvalijemos sus bondades, la historia nos juzga y el futuro no tiene aguante. Volvamos por el sendero oscuro sin tecnologías ni postverdades. Tú que miras una injusticia que en tanta inteligencia no cabe, solo abre las ternillas, siente un rayo fulminante y lanzate por tú conciencia hasta que el opresor calle. Amaru castelA.

Domingo triste ( pasillo )

El sol enciende la lejanía, pronto arribará la noticia de aquella sepultura efluvia donde mi dolor se ajisticia. Nació triste pero sin llanto en medio de sombras y encanto, nació en las sobras del espanto al saber que tu amor me traicionó. Mi dolor ya camina se escomde y martiriza, hace daño a quien lo mira domingo triste que cicatriza. Llegó la tarde en herejía, la penunbra y el sucumbir. Sí solo vieras mi agonía tal vez llorarás por mi. Amaru castelA.  
Vestirme bien? Para que? El rosario de penas aplasta mi espejo. Salir a dar la vuelta? Para complacer a quien? Al tedio. Al fastidio que rien y conversan en cuerpos ridículos. Mi cuerpo se atrofia, se amasa con cada minuto, con cada viento. El frío lo llevo dentro y la confusión me rebasa. Un dolor tenue, discreto, profundo es ahora mi rutina. Debí morir a los veintiuno, fragante, limpio, constante. Ya de nada sirve hechar la culpa a los padres o encaminar la escusa hacia dios. Nada, solo. Sin ambiciones realizadas, ya sin sueños y sin amor. Lo único que me espanta, que me levanta es la cruel dureza de los recuerdos. Como si ninguno fueta bueno. Por qué en la vida el vino pierde su color? Por qué la seda negra y voluptuosa se deshace en un rincón? Más de que sirve un lamento, la realidad es única y no se conmueve por un llorón. De que sirve alegrarse, vestitse, embriagarse. De esta celda no sales sino siendo cartón. Amaru castelA.
Hablan los ricos de su gobierno, de su libertad. Hablan de su historia y de sus heroes, del exito de una familia sobre todas las de la región. Siempre hablan de religión y no importa lo que ellos hagan, el pobre siempre es el pecador. Hablan como pájaro febril y consenso. Como si todos los explotados estubiesen de acuerdo. Como su democracia impuesta con dinero, como sus periodistas veatos del dueño. Hablan como el extinto monarca de cretinidad. Y como ellos hablan habla la clase media, levantando la narz y hundiendose en deudas, ridículos hablan y hablan, defienden y ensalsan a su acreedor, a su creador de pompas indalgadas por televisión. Ya cansan. Ya aturden. Sí se quedaran solos, digo sin el trabajador. A quien luego explotasen? Amaru castelA.
El Gato de San Diego . Se que corres por las flores del cementerio de San Diego, frecuentas muzas apagadas en los estancos de la Caldas. Entre nieves mistelas, ardes emposada ente higos y sorsales, derivas tus pasos a la escalinata entre azucar y pan de alguna beata . Rosales, pájaros y manantiales, sapos. Gatos, yo soy un gato. Va rechinando una zarsuela desde hace mil quinientos años. Pobre jitanilla imprudente perdió entre aplausos su tiempo y entre abrazos su silencio quedo dormido, quedo en las ramas. Una garúa, pozo traslucido y caña, viento tristesa irreconocible, innombrable, todos la recuerdan al fondo de sus vasos pero nadie nunca la  nombra. Milquinientos años la he visto, maullidos espolonarios, soy un gato, no se por que nadie la escucha, no se porque nadie la canta. Sí tan solo la vieran, su tristeza, su condena. Talvez no lloveria sobre el viejo asfaltado. Talvez las piedras de los estancos no se abriría
Me hace daño mirarte ver tus ojos que me miran, tu boca que se habre, tu nariz que me respira. Me hace daño interpretarte, leer el ansia en tu mirada, me consume, me apaga, me enciende y desvarata, me deja sin control. En la inmovilidad del tiempo me hace daño tu proximidad, tener a un beso el infierno, un botón que desate el final. Me mata negarme a ti negar las ganas que soy, ver tus ojos que se mueren en el mismo deseo que yo. Amaru castelA.
CORAZÓN HERIDO Corazón herido que arrastro sangrante por un mundo frío por esta cruel gente. Lo llevo casi vivo siempre doliente y terco ciego, desesperado, por tu esquina lo paseo. Así sangra y llora vive sin consuelo perdido en recuerdos de chicha con jora. Asi, sonriendo a su desdicha clavando penas en su herida vive buscandote en la muerte vive buscandote sin vida . Amaru castelA.
Amaguaña. Llueve en Amaguaña y el tiempo pasa en una sola dirección. Desde la ventana niebla, montaña, árbol, ochenta plantas en cinco metros. Aroma flores, tierra, rio San Pedro y alfeniques de anis. La casa cálida, antigua, es un corazón donde mis hijos palpitan, mis gatos ya no salen, les gusta estar aqui. Llueve en Amaguaña con una lluvia tan romantica, raudal, blanca. El café se impregna por todas partes, las paredes se endulzan de azucar y el divino pan se troza, se desgarra en falanges. Pasa el tiempo con otro ritmo. Aqui se alargan los días melcochas y el vino oscurece la melodía, la tarde sinuosa. Aparece la noche violenta, violeta, afuera parece hacer tanto frío y aqui se siente tanta armonía. Las gentes caminan, me miran. Desconfiadas cruzan, pocas gentes. Las exactas, todo es tan libre, todo tiene tanto espacio, aire, fuego, calor. Llueve en Amaguaña y canta y resuena en la noche apagada, lejana. Amaru castelA.
Texto dada. Llegó el borracho cantante, omnipotente, turbado por su presencia. - Por que no te callas? meritoriamente - le preguntó al poeta que sostenía el vino vulgar y barato. - porque el pan ha subido - respondió el poeta agachando tristemente la cabeza. Tomole del brazo violentamente mientras la bailarina de escuadras retrocedia con una gesticulación de horror. - yo te enseñaré - - solo yo canto aqui - decia mientras a jalones lo subía al púlpito. De súbito cayó el cura muerto , sin pan, sin vino y siendo suplantado por un poeta que a punta de estoque repetía los versos de un degenerado cantante. Todos repetian: Traigan el pan. - Traigan el pan. Que ya no tengo cuerpo. Traigan la sangre. - Traigan la sangre. Que quiero refregar el piso del baño. Traigan la paloma. - Traigan la paloma que violó a la niña, para el caldo de la media noche. Traigan la virgen. - Traigan la virgen y lloren, lloren, porque nació mujer. Amaru castelA.