TÚ, MI ALMA . El aji de tu boca me pica, los puñales del pecho me clavas, porque al caminar me camelas y en tú espalda ardo, me dejas dolido me dejas sin alma. Son, tús piernas donde vive, escondido, solapado, el deseo, la muerte; enamorado sí duermes; mojado sí hablas. Son locura que me arrancas como miel con tus palabras, el acento que me arrastra, la maldad con que te escapas. Así, al tiempo turbas, desesperas, enfermas, trastornas, sensual y delicada, irreconocible amanante; que ya no sirvo para nada, sino para llorarte, en todas partes, en cada boca, en cada cama. Son aurolas de tus senos, son mis noches son mis sueños, lo profundo del infierno, es la gloria, es donde muero; socabando mis anhelos destiñes mi razón. La vida envenenas con aromas de tú pelo salado al pasar, limón con hierba buena y al oírte gritar, chocolate con ajenjo, al mirarte, palo santo pecador y pez muriendo en la arena, quiero esa esencia, tú