Surges insolente, de improviso, radiante, lozana, en espuma albar de fragancia sol. Meliflua imagen que desgarra el alma. Tus ojos claros de mejillas vivas, la trensa fórmica de aguja punto. El movimiento de tus senos, la inocencia abatida, tu mueca retorcida entre los planos del averno . El placer y la muerte. Mi muerte al mirarte, la tristeza de quererte, la ilusión de tus labios piel de cántaro, tú figura de araña gélida como diosa germinando el asfalto, hasta que la brea produsca rosas, hasta que la llama traspase el canto. Hasta que ya no sea más la delicadelza, la ternura, la violencia, el arrebato, la pasión que púlula, la devilidad que empuja y retiene. Tú te vaz mirandome, reclamandome, pidiendome. La devilidad me apaga. Amaru castelA.