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Mostrando entradas de noviembre, 2018

La Mariposa. poema

La Lectura. poema

Poema R18

Poema Geométrica

Rincon Oscuro poema

Como una nuez poema

La MaRiPoSa. Poema

La LECTURA. poema

Ese niño no soy yo. Poema

Los Malditos. Poema

Todo lo hago mal. Poema

POESIAS Sí la lectura provoca  tal divino deleite, ¿Por qué no tocar su cuerpo sensual? ¡El libro!              Contorsionarlo.                 Lamerlo.     Rayarlo,           deshojarlo. Posar mi piel en su rostro. Montar su lomo y abrir suavemente sus pétalos. ¿Por qué no besarlo?   Morderlo y en su húmedo efluvio de tinta y celulosa manchar mis piernas. -Y que grite- - y que yo grite-  Y llore en mis penas. Camine en mis ojos y salte de mi boca. ¿Por qué no tocar?  ¿Torcer?  ¿Lanzar un libro al suelo? Y recogerlo con llanto                     El niño que acaba las noches tratando de entender su mundo, ¡débil! negado a sus carencias, de  sonrisa tonta.   Que levanta flores del desperdicio de la miseria, el niño de mirada mentirosa que repite la cantaleta y camufla su herida en la indiferencia.   Que confunde y habla lo que no piensa, aquel encerrado guardado en la afonía eterna,           oscura, no soy yo, es apariencia ajena, e
Vestirme bien? Para que? El rosario de penas aplasta mi espejo. Salir a dar la vuelta? Para complacer a quien? Al tedio. Al fastidio que rien y conversan en cuerpos ridículos. Mi cuerpo se atrofia, se amasa con cada minuto, con cada viento. El frío lo llevo dentro y la confusión me rebasa. Un dolor tenue, discreto, profundo es ahora mi rutina. Debí morir a los veintiuno, fragante, limpio, constante. Ya de nada sirve hechar la culpa a los padres o encaminar la escusa hacia dios. Nada, solo. Sin ambiciones realizadas, ya sin sueños y sin amor. Lo único que me espanta, que me levanta es la cruel dureza de los recuerdos. Como si ninguno fueta bueno. Por qué en la vida el vino pierde su color? Por qué la seda negra y voluptuosa se deshace en un rincón? Más de que sirve un lamento, la realidad es única y no se conmueve por un llorón. De que sirve alegrarse, vestitse, embriagarse. De esta celda no sales sino siendo cartón. Amaru castelA.
Busco el rincón oscuro, la radio inmolada de amplitud distante, sonido vibrante, rasposo chillido de pretéritas imágenes. Ya no celebro la vida, festejo la muerte, en calderos de polvo y recuerdos ingentes de generaciones perdidas, en mundos de luto. El sol apenas ilumina y la luna más bien enfría, las cortinas de seda de rostros antiguos, disimuladas caricias y besos rotundos. El Vino que navega, negro como el vuelo del alma que perfidia,  su agonía de renegar su existencia. Inútil bien, menospreciado y ridículo que pesa como cadena, que atora y asfixia. Que oculta tras su velo un maravilloso mundo inconmensurado, se detiene el paso y el tictac no trina, un muro de cascajo impide la salida Y una lágrima de ácido te dice que sigues vivo.
Al pie de la sierra no se extraña al viento, ni al frío. En la copa frondosa no se añoran las ramas. Ya no recuerdo los amores; recuerdo las fracturas, los olvidos, el dolor. No se a quien más quise y no se quién me quiso. La aurora se lleva los colores de la noche, al hada oscura de dulce besar. Recuerdo cuando murió el amor, cada vez el mismo sarcófago, los mismos sueños, estupideces; ramillete de promesas y palabras que al final fueron mentira. Pero al ver una sola vez el cielo uno puede jurar que conoce sus rincones Ya casi no recuerdo tener el pecho lleno, la respiración ausente, olor a lirios, corriente de emoción, omnibulandolo todo. La dulzura de una ilusión cálida que me arranque de esta peste. La palabra que se repite, que ciega, que entonta y arroja. Que arrebata, impulsa, sin miedo a la muerte ni a las gentes. De todo el amor que derroche y expandí no quedó nada, ni mísero recuerdo, solo las penas que tanto causaron y que tanto recuerdo.

poema Rom18

Yo que pensaba que eras mía, que tenia el mundo aprisionado, creía en seres imaginarios y estaba bien con dios, suscitó que nada era y todo no existía. Talvez fue un sueño, una intoxicación meliflua, dopamina degenerando mi ser. La tarde ahora se llena de lluvia delante de idilios, ojos inmensos y tu faz brillante en luceros de postes esqueleticos. Tú voz rechina en los cristales, yo corro a encontrarte , pero cada esquina continua muda, extraña, vacia. Más sigo, esta sensación de que eras mía, de que aún lo eres, aunque prestes tu cuerpo a cien mil caimanes, aunque mi voz desdeñes con tus sueños, aunque te veas tan enamorada sin mi. Creo que el daño me produjo un letargo , a nivel energético, talvez neurótico, y muy verazmente en mi identidad. Amaru castelA.
Surges insolente, de improviso, radiante, lozana, en espuma albar de fragancia sol. Meliflua imagen que desgarra el alma. Tus ojos claros de mejillas vivas, la trensa fórmica de aguja punto. El movimiento de tus senos, la inocencia abatida, tu mueca retorcida entre los planos del averno . El placer y la muerte. Mi muerte al mirarte, la tristeza de quererte, la ilusión de tus labios piel de cántaro, tú figura de araña gélida como diosa germinando el asfalto, hasta que la brea produsca rosas, hasta que la llama traspase el canto. Hasta que ya no sea más la delicadelza, la ternura, la violencia, el arrebato, la pasión que púlula, la devilidad que empuja y retiene. Tú te vaz mirandome, reclamandome, pidiendome. La devilidad me apaga. Amaru castelA.
Piensa en un pequeño conejo, en su castillo de espinas, imagina como siente al saberse acechado, imagina su cuerpo, el olor depravado, el viento. al lobo exitado, hambriento. Siente su mirada en tu cuello, su saliva en tus pechos. Grita con sus dientes por tú sexo. Imagina al conejito en su casa de espinas despedazado y satisfecho. Amaru castelA.
Amanece, Yaya Inti se apresura a abrazarme, a abrigarme pero ya es muy tarde. Sin tus ahogos, sin tus desprecios perdí el hilo que sostenia un suspiro. Tutamama ya hizo su labor, ya no siento sus abrazos. Tamia inicia su canto, lágrimas del Yayainti que desbordan la pena y estremecen al llanto. De ella nace Yaku que me limpia pero ya es muy tarde, todo yo soy azul. Supay me reclama, ya soy su hijo y tengo sus grises costados, los ojos pardos, las barbas rojas. Illapu grita me despide con su látigo mientras Waira me lleva a Ucupacha, a pastar silenciosamente esperando que algiuien cante, que traigan chicha en cántaro, mi pequeña samay me espera llorando, asustada, lista para hacerme de mi mismo una huaca. Amaru castelA.
Raquel representaba la muerte, por donde ella iba todos se extremesian. Algunos de asco, otros, los mas inocentes de terror. Sus hijos la tenian en el hospicio. Raquel aún no cumplia los 40 años pero su pecado, su verguenza eran tan grandes que nadie la queria. Hace cerca de 25 años la preciosa Raquel era la adolescente mas bonita  e inquieta de su barrio. La Flotesta. De un hogar conservador y de buena posición social Raquel pronto se aburrio de los jovenes delicados de la oligarquia quiteña. Su belleza y sensualidad aflorantes hicieron que conociera al "kalifa" un truan extranjero que no tardo en conquistarla. Se fue sin una palabra, de la noche a la mañana. Partió a un país lejano y regreso a los 18 años. Enferma, flaca, apenas salvada su vida pero sin nariz. Fue infiel a su marido y se la sercenaron, le arrancaron el tavique. Por eso camina de madrugada, cuando logra salirse por la puerta de los practicantes, por eso anda sola cibierta con un viejo y suc
Lo mas terrible y horroroso para una vida es sin duda expirar... Cuando muerto tenga una araña en el ojo, una espina en la lengua, un cadaver en la cebeza y un charco en el corazón. Sol o veré telarañas, detrás el mundo. Un gorrión que bufa fatalidad en los días. Las palabras que retuerce al viento. Engaña y burla la humanidad. Condenan al verdugo y gobierna, a la victima endulza en sus jugos. La materia gris se pudre, nadie la enterró, ni los gallinazos la quieren. Todo ocurre en una rueca. Gira y gira lenta, sin desencajar, sin alteración, todo fue igual bajo el primer sol y todo es igual en esta quinta sepultura. Por donde fluye el agua? Por donde se rompe su curso? No habrá un runa que destierre, que levante lluvia, que desaparesca mi dolor? Amaru castelA.