Nos emboscaron en las sombras, sus palabras de odio matizadas de libertad hallaron nido en los intestinos negros, abidos de chisme, urgentes teas incineraron la vida. Un futuro ajeno envolvió el día y su manjar. Resopla el viento indignado en la chacra abandonada de la necesidad. Corazón enchido de sueños extranjeros que no nos pertenecen, que nos someten. Pulula la sin razón de no reconocernos, de negarnos y aniquilamos el sendero hacia la verdad, a nuestra verdad; a nuestro futuro.
ECUADOR MILES DE AÑOS MILES DE LETRAS