es hora de dejar el lápiz
la hoja en blanco
el rincón cálido
sabor de vino y olor a cigarro,
la sangre espesa y la muerte frágil,
dejar el libro abierto
y salir de este osario.
salir y oír la voz colectiva
la gente,
silente, apaleada
maltrecha
por los llantos,
buscar la mirada de sangre
que sangra al sufrimiento, sin heridas,
gritar en el silencio de las multitudes,
hablar con otros fantasmas
que se agachan, se esconden, callan
les urge a explotar.
Amaru castelA.
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