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Ortiga Negra

Nunca conforme yo,


aunque mancille las estrellas


apague las lucernas


y bese la tierra.

Yo, con el dolor


frente a frente


inevitable solución


día del horror oscuro y silente,


angustiada expiación.

Delirantes


ansias pirañas intoxicantes,


besar una espina y fingir


que la sangre no es mía.

Tú, un abismo envolvente


atrancada ensina


lienzo razgado con aguja


geringas vertientes


de tálamos humeantes,


al solear transparentes,


al llorar torrenciales.

Azucena ardiente


mojada paso a paso,


ortiga negra laceral,


anuncio ingente


de mi muerte cerebral.

Rosa negra oxipital


pausa dramática ineludible,


mi lengua aún en tus dientes


naufragio de un mar genital.

La noche siguió, pisoteando mis sueños los cristales fueron sacrificados en ritos y juramentos. Un sol cobarde y enfermo apareció manchado y sucio. Despreciable en mi contradicción, contrapuesto a mi sombra en la vieja calle.

Amaru castelA.

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