Las Montañas.
Cuando muera no me iré, me quedaré en las montañas donde tu mirada me busque,
en el ladrar de los perros,
en la cangagua,
en los ojos puros y sonrisas sin maldad.
Busca mi alma si me extrañas,
allá lejos en las montañas,
por los caminos de lodo y las gradas de quebradas,
en cachorros con frío y en los niños del cerro.
Con los Apus me voy a quedar,
a oír sus leyendas y escuchar su sabiduría,
oliendo los eucaliptos y las ortigas que nunca pude diferenciar.
Caminaré con él caminante, impulsaré su bastón de palo y suavizaré su paso.
Acumularé las penas para bajarlas al río
y llegaré donde dormida talvez en mi sueñes, talvez me recuerdes
y cuidaré tu sueño.
Amaru castelA.
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