Ir al contenido principal

Olvido

Ya No se que hacer, 
este dolor me mata. 

Hay un lugar desde el olvido donde nada pasa, todo se repite y se queda. 

Lejos de tu lado el tiempo en alacenas pierde su interior, no entiende lo que fue, sabe que nunca será y duda si en realidad vivió.

No se que hacer, 
ya no soporto este dolor, 
ni la música ni el viento, 
la voz de las palabras y la dulce razón, 
el veneno que ilumina y el torrente del temor, 
nada se queda, nada me llena, 
nada detiene esta insondable quietud, 
el vacío retumba, 
el silencio donde faltas, 
la luna eras tú, 
el sol era tu amor, 
el mundo, 
las estrellas 
estaban en tus manos 
y tus ojos eran la luz 
que hacían que todo exista.

Las huellas que ríen y se ocultan, 
las huellas que dejaste, 
el aroma que pulula, aparición maligna que atormenta y daña por qué sólo la presiento y no la puedo alcanzar, 
el paso en las tinieblas de los días, 
la asfixia en la soledad de las noches,
el recuerdo que se escapa
 y casi ya no puedo sostener.

Hay un lugar en el olvido que es peor que la muerte.

Amaru castelA. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

MALEVA

Iré llorando a la guaca con el luto en las manos iré como arcilla al río con mi corazón destrozado. Volveré a la turba añil volveré de verdes collados a ser el pájaro de abril que muere en cielos vedados. Seré tierra negra de páramo seré lucerna fría de invierno que al mar eterno reclamo tras la gris cortina del averno. Iré llorando a tus ojos una sola vez diré te amo y así nunca más llamaré tu nombre que se extravió.

FEMINICIDIO

Más que un escarmiento esto es una inhumación, un rosario de tragedias y ruegos que han podrido  tú alma.  Siento tus dientes fracturar mi mandíbula, la saliva sangiinea de una traquea triturada, falanges primates en mecánica involución, se esconden en conceptos la falacia de tú  amor, de tú necesidad baja de reproducir. Perpetro incontenible en las falditas, en las muñecas, en la ropa de escaparate que tú mismo me diste, por la que me sentencias, con la que ahogas mi vida mientras de lejos retimbran ecos de mi risa niña preparando la víctima para la expiación. Siento tú instinto fósil moverse sobre la tierra, entre mis viceras. Con codicia espeluznante, pala a pala con odio atormentado, con venganza por los besos, por los momentos irreales. Con tu amor en la boca pastosa y mortesina, con tus golpes, con tus insultos siento tu medio centímetro de poder aplastandome. La bulla lejana, el comentario morboso, escandalo y duda, mi nombre sin mí.  Siento la pena compartida, la culpa injusta,

Las montañas

Las Montañas.  Cuando muera no me iré, me quedaré en las montañas donde tu mirada me busque,  en el ladrar de los perros,  en la cangagua,  en los ojos puros y sonrisas sin maldad. Busca mi alma si me extrañas,  allá lejos en las montañas,  por los caminos de lodo y las gradas de quebradas,  en cachorros con frío y en los niños del cerro.  Con los Apus me voy a quedar,  a oír sus leyendas y escuchar su sabiduría,  oliendo los eucaliptos y las ortigas  que nunca pude diferenciar. Caminaré con él caminante, impulsaré su bastón de palo y suavizaré su paso. Acumularé las penas para bajarlas al río  y llegaré donde dormida talvez en mi sueñes, talvez me recuerdes y cuidaré tu sueño. Amaru castelA.