Quiero entrar en el rencor, suavemente saborear el dolor,
la dulce angustia
de agonía que niegue
lo vivido en su momento.
Quiero aceptar el odio y la brutal embestida
de su maldad,
reconocer y ya no esconder,
ni ocultar su verdadera imagen,
repasar golpe a golpe
mi violenta destrucción. Encarar su verdad, su deseo,
su maleva intensión.
Todo lo que quiero me daña,
me abandona y al final me daña,
termina odiandome mientras yo solo siento,
dolor inexplicable,
destino inverso.
Inmerso en la niebla gelatosa de este infierno,
realidad incomprensible que no da tregua al cepulcro
que los demás llaman vida.
Ya dentro, el camino en la oscuridad
es más lento,
más fácil,
sin dilación ni mentiras,
sin complicaciones ni consideración.
Solo un paso y luego otro,
sin pasado ni aciertos, sin esperanzas ni anhelo.
Amaru castelA.
Comentarios