Ir al contenido principal
No tengo boca
pero si hambre,
sin ojos
siento sueño,
no piel y si frío,
y miedo cuando
duermo sin mis gatos.

La luna me persigue,
nunca amanece
cuando me quedó quieto
empiezo a flotar
sin retorno
sobre el agua eterna
fría,
negra,
sin movimiento.

Al lograr la orilla,
ciénaga de juncos cigarrillos
en cenizas,
mis pasos encharcados
se pegan con sangre,
sin dar con el camino,
nauseabundo
fétido,
sólo al cansancio
aparece un laberinto
luego el bosque,
término del desierto,
hasta que caigo de un risco
hasta que despierto.

Pero es otro sueño
veo muertos a los que reto:
-hea, ustedes están muertos
no comen, ni beben,
ya no son del tiempo,
apartasen y desaparezcan
yo silbo, siento, existo
y se desintegran.

Luego mientras creó
que despierto
viene un diablo
hinchado, enojado
golpea mi ventana
se mete
indignado mira
me menosprecia
ríe mientras despierto
y sigue su risa en la boca
de mi gato...

Comentarios

Entradas populares de este blog

MALEVA

Iré llorando a la guaca con el luto en las manos iré como arcilla al río con mi corazón destrozado. Volveré a la turba añil volveré de verdes collados a ser el pájaro de abril que muere en cielos vedados. Seré tierra negra de páramo seré lucerna fría de invierno que al mar eterno reclamo tras la gris cortina del averno. Iré llorando a tus ojos una sola vez diré te amo y así nunca más llamaré tu nombre que se extravió.

Las montañas

Las Montañas.  Cuando muera no me iré, me quedaré en las montañas donde tu mirada me busque,  en el ladrar de los perros,  en la cangagua,  en los ojos puros y sonrisas sin maldad. Busca mi alma si me extrañas,  allá lejos en las montañas,  por los caminos de lodo y las gradas de quebradas,  en cachorros con frío y en los niños del cerro.  Con los Apus me voy a quedar,  a oír sus leyendas y escuchar su sabiduría,  oliendo los eucaliptos y las ortigas  que nunca pude diferenciar. Caminaré con él caminante, impulsaré su bastón de palo y suavizaré su paso. Acumularé las penas para bajarlas al río  y llegaré donde dormida talvez en mi sueñes, talvez me recuerdes y cuidaré tu sueño. Amaru castelA.

poema tu boca

Tu boca flor de nardo me orilla imperativo al deseo de morderla. De ingresar en tus ojos, recoger tus esferas, succionar tu pecado con dulzura de un poema, aferrarte a mis huesos, estremeserte las nalgas, abrir tu flor con mi bravata, ser un picaflor suspendido en tu falda. Tú boca redonda encarnada de rosas me orilla al abismo y me empuja a besarla. Me succiona a otro mundo, tibio mullido donde mi cuerpo no termina sino dentro del tuyo.