Enseñame a tejer
mujer desmancada,
mujer reducida a órgano
ayudame a entender.
Entrenzame el pelo mientras desmembras mi cabeza.
Mujer sobajada, !Enseñame!
a tocar, insertar, voltear, apretar:
el látigo de la lengua,
la sucia agua de los ojos,
el veneno amargo del orden,
la mórbida telaraña del amor.
Teje la bajeza y amarra la indignidad,
en silencio, a suaves murmullos,
la estúpida jerarquía
del orden funesto
con tus plumas caricia.
Tuerce mis dedos y teje un chal
tinturalo con sangre,
deja mi alma en sus puntadas
luego visteme, quemalo,
con migo dentro;
nunca confíes en sensatez
ni te fíes de sentimientos.
Amaru castelA.
Comentarios