Encontré en un ruinoso Mesón
al despecho de mi amparo cálido,
tenebrosa sombra y destrucción
en la amarga copa del antídoto.
Mi alegría , brutal prejuicio,
el daño de mi vida pájaro
las garras de este BALDURDIO
en los brazos de la soledad.
El canto delgado de la muerte,
el baile silencioso del horror
atraviezan con sus hilos mi suerte,
titirizan, ridículo al amor.
En callejas de piedras viejas
amanecen mis sueños destrozados
y en lejanías de antiguas penas
mi existencia llora en el Mesón.
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