De fieltros y percales este espacio maldito
de Ceniza atmósfera,
esta ventisca germen atiborrado,
púlido, rasposo, asfixiante.
Esta calle se llama "la vida".
Ven a mi vereda, cruza la cortina.
Deja que caiga esa pared estoica.
Sobre el agua cristal negro se multiplican las plantas, redondas.
Debajo yace tú cadáver, la niña de Guatemala con el resto del amor.
Ven acá lejos de la necrofagia
del placer sin poder,
del sexo sin placer,
del placer solo.
Cruzando la esquina, la acera de "Ascera" la esposa de dios,
se llena de los hijos de Lilith, la llaman abuela.
Ven a mi vereda cruza la cortina
Deja que caiga la noche omnivulada.
Más allá una vereda de oro sionista y U.S.A con su señor que juzga y despotrica. Mata sombis para quedarse con sus tierras.
Deja la amistad sin interés
el interés sin finalidad,
la hipócrita familiaridad.
Mas lejos, en la última calle. Una oscura casa de sonidos rotulan tes te llama...
Ven a mi vereda cruza la cortina
Dejame brillar en tú oscuridad.
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