Imagina adentro algodón negro y tejido gris, imagina al suave y delicado pulmón.
A un virus que te come, huequea e infecta, a la sangre que llega sucia y explota sin tener por donde huir.
La contaminación, la pus, un mundo sin ti.
Imagina aquel día, piensa que no saliste, que no hablas ni estrechaste, convencerte de que no importó,
trata de imaginarlo entre el ahogo y el dolor,
no mires tú último momento, piensa que nunca contagiarse a nadie y perece en paz.
Amaru castelA.
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