Te escribo cada tarde
y en cada línea
la noche se cierra
con total melancolía,
extingue el humo mi vida.
Las palabras
describen ufanas
una ingrata desolación,
existir fuera de tú cercanía.
Remordimiento con tinta
que llora tú ausencia,
vicio de recordar y sufrir,
imaginar entre cenizas
tus besos,
espejismo de tu mirada,
dulce susurro
y la extraña maestría
de atrapar mi ilusión.
Cada tarde
al último rayo de luz,
seda lechosa del cigarro,
una copa que sangra
y un romance ficticio,
hieren la melodía
de la oscura estancia,
que todavía con esperanza te espera.
Todo se atavia
de pena y tristeza,
la blanca hoja es,
lo único que ilumina
y en ella se borran los días
de alguna alegría, vacío
a cada paso, en cada alma,
que solo acentúan
tú falta.
No recuerdo el final,
sigo perdido
buscando olvido,
la sinrazón,
una escusa,
una salida.
Amaru castelA.
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