Escape.
Estas en un lugar sin luz ni respiración, se trata de continuar y no solo sobrevivir, te ofrecen el cigarro que explotará tus pulmones y no se trata de debilidad, ni de hacer daño del que recibes.
Estas bajo tierra, en una loza con gusanos fermentando la continuidad, la última botella se derrama y si la tomas tus venas pulverizara, no se trata de penas ni debilidad, ni de hacerte daño por quien lo recibes.
Recuerdas los años, la dulce ilusión de cambiar al mundo y cómo oías de los derrotados que nunca lo lograrás.
Recuerdas los sueños, aquella canción, la imperante necesidad de al mundo cambiar y ahora la voz se rinde dentro.
Estas en la vida, tan vacía de color, tan lejana de tardes frías y noches de confusión, ya nadie hace daño, por fuera, el daño se quedó en el centro.
Ya no estás, al final ya no estás, aunque exista en familia, en el trabajo, en la comuna de insipientes, en el registro electoral.
El daño es tu legado que reproduce el engaño para que nadie escape.
Amaru castelA.
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