Mi alma vive en urgencia,
siempre lo ha estado,
yo entiendo a quien deja un destino,
apuñalado por una melodía,
por el pecado.
Mi alma vive a punto,
a las orillas,
casi en la despedida,
con la mirada siempre en lo lejano,
con el sabor a boca de otros años,
con el viento de la mano de lo extraño.
Con el aire vano de lo prohibido,
entre sueños imposibles y condenados.
Mi alma se perdió en una sonrisa,
en un llanto,
hace tanto seco y equivocado,
hace tanto presente y despiadado.
A veces la halló
en los espejos negros y profundos
de almas dulces y distantes.
A veces la siento en las manos, de ternura y amor,
aunque no sea el amor que tanto extraño,
que tanto espero.
A veces presiento que volverá,
que haremos la paz
y podremos vivir y respirar con calma.
Amaru castelA.
Comentarios