No he de volver a verte,
la luna no se ha de esconder,
las tristes horas no callaran
y el navegante no llegará,
jamás.
Los jilgueros desconsolados,
los sueños del jardín,
el viento papel rugado,
las rosas olor a pretil,
nunca más.
Quién traspasará
la muerte sin olvido?
Quien superará
el miedo al dolor?
Camino a sombras
sólo el desconocido
yerra el destino
con la flor de otro sextil.
El sonido del vacío,
tú voz en los armarios,
los muros sin paredes, jamás voltearas a mi.
En un lejano relato, tu voz enflorara al sol,
a la transeúnte tarde del pasado,
enferma recuestas en su ataúd,
tú recuerdo miente,
lleno de pavor,
mirando al poniente,
sin luz,
no podrás dormir.
Amaru castelA.
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