Me gusta tu presencia, el aire a penitencia y pecado que mueve tu cabeza cuando hablas. Tú inmenso cráneo potente cubierto de seda , oleaje infinito e inmenso y mueves tu boca. Luego la inclinas, la turbas, detienes al universo, al tiempo. hablas; y ahora te escucho; torrente recoveco, de todas las cloacas del continente, que violan al mar. Sigues el panfleto de las hembras domésticadas, q no termina, no pasa, se atora en el aire hasta que por fin callas. vuelvo a mirar la armonía de tu cuerpo, natural brisa que mueve tus montañas, mueves tu cabeza, y es todo lo que quiero de ti. Amaru castelA.
ECUADOR MILES DE AÑOS MILES DE LETRAS