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maltrato animal

Hoy estube en un lugar único, escondido tras el semblante cálido del servicio altruista hacia los demás, especialmente a los amantes de la vida y la naturaleza. Hoy estube entre un par de corchetes que encierran el conjunto de historias mas terroriferas y desgarradoras, que siendo reales superan por oceanos los horrores del alma.
Con mi hija llevamos a su gato "manteca" a la clinica veterinaria de la Universidad Central, realmente es uno de los mejores lugares para atender animalitos en todo Quito.
Solo quiero compartirles uno de los casos de los que fuí testigo.-
Un hombre de almenos cincuenta años imgresa a la sala de espera, no recuerdo su rostro, ní tampoco si era calvo o no, recuerdo su ropa, normal, pantalon de tela planchada, un sweter amarillo pálido que convinaba bien con sus zapatos y pantalon.
Ël me cuenta que encontro un perrito de almenos cuarenta cm. de parada, no podía mover sus piernas por que alguien lo atropello y como el animalito vivía en su calle, este hombre se compadecio y lo trajo.
Al pasar el tiempo de espera el semblante del hombre se alegra, un poco deja la preocupaciòn y el asco por aquel inhumano que pudo hacer eso; todo se destruyo, se cayó sobre su alma cuando salió de su consulta. Recuerdo tan presente hasta este momento su expreción de impotencia, tisteza y desconsuelo.
-mil dolares, y no podrá caminar.
Salió luego de la estancia de espera, para minutos despues salir con una funda plastica roja en la que llevó, la esperanza que hoy tuvo de ser mejor, de ser diferente o tan solo de ser humano.

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MALEVA

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Las Montañas.  Cuando muera no me iré, me quedaré en las montañas donde tu mirada me busque,  en el ladrar de los perros,  en la cangagua,  en los ojos puros y sonrisas sin maldad. Busca mi alma si me extrañas,  allá lejos en las montañas,  por los caminos de lodo y las gradas de quebradas,  en cachorros con frío y en los niños del cerro.  Con los Apus me voy a quedar,  a oír sus leyendas y escuchar su sabiduría,  oliendo los eucaliptos y las ortigas  que nunca pude diferenciar. Caminaré con él caminante, impulsaré su bastón de palo y suavizaré su paso. Acumularé las penas para bajarlas al río  y llegaré donde dormida talvez en mi sueñes, talvez me recuerdes y cuidaré tu sueño. Amaru castelA.

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