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Amo en mi la vida,
la de los otros,
que fenece en un movimiento,
las flores cuando ya están en el basurero
.
Amo la rigidez muda,
lejana en el universo,
de un perro atropellado
sin patria ni afectó,

mi cuerpo lastimado
enfermo de mi. 

Amo las manos frías,
amo las bocas chuecas de gritos cuadrados,
la prepotencia del incapaz,
las piernas mustias
y la urgencia del impotente que pregona su éxito.


Amo existir en mi soledad,
amo el relleno de la miseria,
la ruptura del techo donde sale la lluvia.


Amo la basura que es el mundo,
a mi Quitó que empieza a degenerar,
amo los rostros muertos
aunque nunca voy al cementerio,
salgo de casa y no voy por las calles
tránsito por las quebradas,
las gradas destruidas donde viven las ratas.


Y amo todo eso
por que debo continuar,
por que es todo lo que tengo.

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MALEVA

Iré llorando a la guaca con el luto en las manos iré como arcilla al río con mi corazón destrozado. Volveré a la turba añil volveré de verdes collados a ser el pájaro de abril que muere en cielos vedados. Seré tierra negra de páramo seré lucerna fría de invierno que al mar eterno reclamo tras la gris cortina del averno. Iré llorando a tus ojos una sola vez diré te amo y así nunca más llamaré tu nombre que se extravió.

Las montañas

Las Montañas.  Cuando muera no me iré, me quedaré en las montañas donde tu mirada me busque,  en el ladrar de los perros,  en la cangagua,  en los ojos puros y sonrisas sin maldad. Busca mi alma si me extrañas,  allá lejos en las montañas,  por los caminos de lodo y las gradas de quebradas,  en cachorros con frío y en los niños del cerro.  Con los Apus me voy a quedar,  a oír sus leyendas y escuchar su sabiduría,  oliendo los eucaliptos y las ortigas  que nunca pude diferenciar. Caminaré con él caminante, impulsaré su bastón de palo y suavizaré su paso. Acumularé las penas para bajarlas al río  y llegaré donde dormida talvez en mi sueñes, talvez me recuerdes y cuidaré tu sueño. Amaru castelA.

poema tu boca

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