Hablan los ricos de su gobierno,
de su libertad.
Hablan de su historia y de sus heroes, del exito de una familia sobre todas las de la región.
Siempre hablan de religión y no importa lo que ellos hagan, el pobre siempre es el pecador.
Hablan como pájaro febril y consenso. Como si todos los explotados estubiesen de acuerdo. Como su democracia impuesta con dinero, como sus periodistas veatos del dueño. Hablan como el extinto monarca de cretinidad.
Y como ellos hablan habla la clase media, levantando la narz y hundiendose en deudas, ridículos hablan y hablan, defienden y ensalsan a su acreedor, a su creador de pompas indalgadas por televisión.
Ya cansan. Ya aturden. Sí se quedaran solos, digo sin el trabajador. A quien luego explotasen?
Amaru castelA.
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