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poesía armada

A Valentina Cocios.
El 12 de octubre cumpliría 16 años.
Un pájaro canta,
alerta con angustia en la soledad perversa del patio de la escuela.
Valentina no llegó, se abrió el bocado del pánico.
El dolor y la injusticia, perpetró la bestia su brutal ignominia.
El dolor y la injusticia, apabullan el rostro de llanto inconsolado.
Paso la tarde, se fue la vida con el juego lastimero de todas nuestras niñas.
Ya las piedras callan esperando su flauta,
el arrebol anaranjado no ilumina las casas,
espera el viento detenido en su danza,
el mundo aguarda que se sepa tú verdad.
El pájaro canta, llora en su esperanza, llora con la lluvia, llora la ciudad.
Con 11 eternidades conociste la entrada, al recuerdo insondable, a las lunas de flor.
 ... Valentina, nunca te olvidaremos.
Amaru castelA.

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