Cuando muera, niña bella, te llevaré a las puertas del cielo y con un beso, dulce y eterno, me despediré.
Hasta la próxima vida, hasta la próxima estrella, a donde sea, yo te encontraré, para agradecerte con el alma, con el último latido de fe, la felicidad que por ti siento .
En la estela del amor, en los ríos de la nada, en el oscuro abismo de tu pelo, estará mi pensamiento y mis ojos, en los cielos y en los infiernos, infinitos y etéreos, estaré de lejos, con Tigo, en mi pecho, en la agonía del recuerdo, en la melancolía de las lágrimas.
Hasta que volvamos a caminar, a platicar, solo con un sentimiento, sin saber lo que somos, sin saber quienes fuimos y que somos uno siempre el uno y otra, uno solo, corazón y ser.
Miles de veces reviviremos en el escenario, compartiremos el viento y seremos pasados por el crisol de fuego sin nunca rompernos, por que, cada encuentro encenderá la luz del universo y dejará las cosas en su lugar.
Hasta la última vida, hasta el último día donde por fin descansaremos, fundidos el uno en el otro, bajo un árbol, junto al riachuelo, oyendo tu música, mirando el tiempo, vivos y muertos en un beso, para siempre en un beso.
Amaru castelA.
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