Una inmensa montaña, Un nevado de seda Un Témpano blanco De Azul cubierta. De cristal un lago De bosque la ladera, Cipreses verdes y altos Cafés como la tierra. Imponente pared de barro Barrera sobre la arena En lo más alto del acantilado Una piedra, Un monolito, Una estatua negra. Una gárgola inmuta, Indolente Sin promesa Las alas apagadas, Mirada sempiterna Fija melancólica el mover de la marea Las olas, hondas Las aguas espejuelas. La lluvia pasa, el viento golpea Transcurre la luna, El sol, Otra era Hasta que una tarde Llena de estrellas Al incendiarse la frontera Un rayo lo asesta. Como tierra de desierto Dura seca, Se quiebra ¡Del interior la luz ciega! Es de un ángel la silueta. Una lagrima al lago La profundidad centellea Es un ángel en espera, De mirar el lago no deja, Busca su hada que en el agua Su escondite fue condena. Llora y canta Y estremece El alma de la tierra Su amor prohibido No aparece… Esperará otra era.
ECUADOR MILES DE AÑOS MILES DE LETRAS