cuando yerta mi alma independiente proceda, el sol ya no me lastime y un féretro me sostenga, cálido y profundo, cuando el aroma indiferente el llanto del vino, la mirada oposa ni me incite. Tocad tres veces el badajo de hierro, yo oiré la flauta del hada pálida y ligera, Tocad tres veces la campaña para que pueda levantarme, encontrar la puerta. pero nunca, nunca, me sientan pena por que muerto ya estoy, cuando me miran cuando conversan.
ECUADOR MILES DE AÑOS MILES DE LETRAS