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CORAZÓN HERIDO (Pasillo) Corazón herido que arrastro sangrante por un mundo frío por esta cruel gente. Lo llevo casi vivo siempre doliente y terco ciego, desesperado, por tu esquina lo paseo. Así sangra y llora vive sin consuelo perdido en recuerdos de chicha con jora. Asi, sonriendo a su desdicha clavando penas en su herida vive buscandote en la muerte vive buscandote sin vida . Amaru castelA.
Dejemos de ser tan civilizados, tan tolerantes. Lo que nos falta es ser más barbaros, arrogantes que a filo de puñetazo defendamos las verdades, nuestra clase, la vida de quienes amamos. La vida de los que callen. Ya no seamos espirituales, encarnadas fieras con sangre enemiga en las falanges. Luchemos por dignidad e implantemos nuestra libertad. Bebamos su sangre, desvalijemos sus bondades, la historia nos juzga y el futuro no tiene aguante. Volvamos por el sendero oscuro sin tecnologías ni postverdades. Tú que miras una injusticia que en tanta inteligencia no cabe, solo abre las ternillas, siente un rayo fulminante y lanzate por tú conciencia hasta que el opresor calle. Amaru castelA.

Domingo triste ( pasillo )

El sol enciende la lejanía, pronto arribará la noticia de aquella sepultura efluvia donde mi dolor se ajisticia. Nació triste pero sin llanto en medio de sombras y encanto, nació en las sobras del espanto al saber que tu amor me traicionó. Mi dolor ya camina se escomde y martiriza, hace daño a quien lo mira domingo triste que cicatriza. Llegó la tarde en herejía, la penunbra y el sucumbir. Sí solo vieras mi agonía tal vez llorarás por mi. Amaru castelA.  
Vestirme bien? Para que? El rosario de penas aplasta mi espejo. Salir a dar la vuelta? Para complacer a quien? Al tedio. Al fastidio que rien y conversan en cuerpos ridículos. Mi cuerpo se atrofia, se amasa con cada minuto, con cada viento. El frío lo llevo dentro y la confusión me rebasa. Un dolor tenue, discreto, profundo es ahora mi rutina. Debí morir a los veintiuno, fragante, limpio, constante. Ya de nada sirve hechar la culpa a los padres o encaminar la escusa hacia dios. Nada, solo. Sin ambiciones realizadas, ya sin sueños y sin amor. Lo único que me espanta, que me levanta es la cruel dureza de los recuerdos. Como si ninguno fueta bueno. Por qué en la vida el vino pierde su color? Por qué la seda negra y voluptuosa se deshace en un rincón? Más de que sirve un lamento, la realidad es única y no se conmueve por un llorón. De que sirve alegrarse, vestitse, embriagarse. De esta celda no sales sino siendo cartón. Amaru castelA.
Hablan los ricos de su gobierno, de su libertad. Hablan de su historia y de sus heroes, del exito de una familia sobre todas las de la región. Siempre hablan de religión y no importa lo que ellos hagan, el pobre siempre es el pecador. Hablan como pájaro febril y consenso. Como si todos los explotados estubiesen de acuerdo. Como su democracia impuesta con dinero, como sus periodistas veatos del dueño. Hablan como el extinto monarca de cretinidad. Y como ellos hablan habla la clase media, levantando la narz y hundiendose en deudas, ridículos hablan y hablan, defienden y ensalsan a su acreedor, a su creador de pompas indalgadas por televisión. Ya cansan. Ya aturden. Sí se quedaran solos, digo sin el trabajador. A quien luego explotasen? Amaru castelA.
El Gato de San Diego . Se que corres por las flores del cementerio de San Diego, frecuentas muzas apagadas en los estancos de la Caldas. Entre nieves mistelas, ardes emposada ente higos y sorsales, derivas tus pasos a la escalinata entre azucar y pan de alguna beata . Rosales, pájaros y manantiales, sapos. Gatos, yo soy un gato. Va rechinando una zarsuela desde hace mil quinientos años. Pobre jitanilla imprudente perdió entre aplausos su tiempo y entre abrazos su silencio quedo dormido, quedo en las ramas. Una garúa, pozo traslucido y caña, viento tristesa irreconocible, innombrable, todos la recuerdan al fondo de sus vasos pero nadie nunca la  nombra. Milquinientos años la he visto, maullidos espolonarios, soy un gato, no se por que nadie la escucha, no se porque nadie la canta. Sí tan solo la vieran, su tristeza, su condena. Talvez no lloveria sobre el viejo asfaltado. Talvez las piedras de los estancos no se abriría
Me hace daño mirarte ver tus ojos que me miran, tu boca que se habre, tu nariz que me respira. Me hace daño interpretarte, leer el ansia en tu mirada, me consume, me apaga, me enciende y desvarata, me deja sin control. En la inmovilidad del tiempo me hace daño tu proximidad, tener a un beso el infierno, un botón que desate el final. Me mata negarme a ti negar las ganas que soy, ver tus ojos que se mueren en el mismo deseo que yo. Amaru castelA.
CORAZÓN HERIDO Corazón herido que arrastro sangrante por un mundo frío por esta cruel gente. Lo llevo casi vivo siempre doliente y terco ciego, desesperado, por tu esquina lo paseo. Así sangra y llora vive sin consuelo perdido en recuerdos de chicha con jora. Asi, sonriendo a su desdicha clavando penas en su herida vive buscandote en la muerte vive buscandote sin vida . Amaru castelA.
Amaguaña. Llueve en Amaguaña y el tiempo pasa en una sola dirección. Desde la ventana niebla, montaña, árbol, ochenta plantas en cinco metros. Aroma flores, tierra, rio San Pedro y alfeniques de anis. La casa cálida, antigua, es un corazón donde mis hijos palpitan, mis gatos ya no salen, les gusta estar aqui. Llueve en Amaguaña con una lluvia tan romantica, raudal, blanca. El café se impregna por todas partes, las paredes se endulzan de azucar y el divino pan se troza, se desgarra en falanges. Pasa el tiempo con otro ritmo. Aqui se alargan los días melcochas y el vino oscurece la melodía, la tarde sinuosa. Aparece la noche violenta, violeta, afuera parece hacer tanto frío y aqui se siente tanta armonía. Las gentes caminan, me miran. Desconfiadas cruzan, pocas gentes. Las exactas, todo es tan libre, todo tiene tanto espacio, aire, fuego, calor. Llueve en Amaguaña y canta y resuena en la noche apagada, lejana. Amaru castelA.
Texto dada. Llegó el borracho cantante, omnipotente, turbado por su presencia. - Por que no te callas? meritoriamente - le preguntó al poeta que sostenía el vino vulgar y barato. - porque el pan ha subido - respondió el poeta agachando tristemente la cabeza. Tomole del brazo violentamente mientras la bailarina de escuadras retrocedia con una gesticulación de horror. - yo te enseñaré - - solo yo canto aqui - decia mientras a jalones lo subía al púlpito. De súbito cayó el cura muerto , sin pan, sin vino y siendo suplantado por un poeta que a punta de estoque repetía los versos de un degenerado cantante. Todos repetian: Traigan el pan. - Traigan el pan. Que ya no tengo cuerpo. Traigan la sangre. - Traigan la sangre. Que quiero refregar el piso del baño. Traigan la paloma. - Traigan la paloma que violó a la niña, para el caldo de la media noche. Traigan la virgen. - Traigan la virgen y lloren, lloren, porque nació mujer. Amaru castelA.

La Mariposa. poema

La Lectura. poema

Poema R18

Poema Geométrica

Rincon Oscuro poema

Como una nuez poema

La MaRiPoSa. Poema

La LECTURA. poema

Ese niño no soy yo. Poema

Los Malditos. Poema

Todo lo hago mal. Poema

POESIAS Sí la lectura provoca  tal divino deleite, ¿Por qué no tocar su cuerpo sensual? ¡El libro!              Contorsionarlo.                 Lamerlo.     Rayarlo,           deshojarlo. Posar mi piel en su rostro. Montar su lomo y abrir suavemente sus pétalos. ¿Por qué no besarlo?   Morderlo y en su húmedo efluvio de tinta y celulosa manchar mis piernas. -Y que grite- - y que yo grite-  Y llore en mis penas. Camine en mis ojos y salte de mi boca. ¿Por qué no tocar?  ¿Torcer?  ¿Lanzar un libro al suelo? Y recogerlo con llanto                     El niño que acaba las noches tratando de entender su mundo, ¡débil! negado a sus carencias, de  sonrisa tonta.   Que levanta flores del desperdicio de la miseria, el niño de mirada mentirosa que repite la cantaleta y camufla su herida en la indiferencia.   Que confunde y habla lo que no piensa, aquel encerrado guardado en la afonía eterna,           oscura, no soy yo, es apariencia ajena, e
Vestirme bien? Para que? El rosario de penas aplasta mi espejo. Salir a dar la vuelta? Para complacer a quien? Al tedio. Al fastidio que rien y conversan en cuerpos ridículos. Mi cuerpo se atrofia, se amasa con cada minuto, con cada viento. El frío lo llevo dentro y la confusión me rebasa. Un dolor tenue, discreto, profundo es ahora mi rutina. Debí morir a los veintiuno, fragante, limpio, constante. Ya de nada sirve hechar la culpa a los padres o encaminar la escusa hacia dios. Nada, solo. Sin ambiciones realizadas, ya sin sueños y sin amor. Lo único que me espanta, que me levanta es la cruel dureza de los recuerdos. Como si ninguno fueta bueno. Por qué en la vida el vino pierde su color? Por qué la seda negra y voluptuosa se deshace en un rincón? Más de que sirve un lamento, la realidad es única y no se conmueve por un llorón. De que sirve alegrarse, vestitse, embriagarse. De esta celda no sales sino siendo cartón. Amaru castelA.