No perteneces a nadie
Y camina,
La vida, como reloj,
Llueve con angustia,
Llueve todo en la noche.
No perteneces a ningún sitio mientras sigue torrente de lejanías que debes abandonar.
Se ahoga un día, se oyen las gotas gritando contra el suelo,
Estallar con dinamita el pavimento.
En el camino perdiste el tiempo
Mientras sufres por un día que aún no llega.
El imperio de la condena impone su olor, sigue llorando el desierto, no comprendes a nadie y como sin nadie te pierdes,
Rumbo de una gota en el infierno, se quema la vegetación.
Llueve todo el universo, son lágrimas del dios de la tierra, limpian el horror para una guerra que la vida ha perdido y a la cual recién llegas.
Amaru castelA.
ECUADOR MILES DE AÑOS MILES DE LETRAS