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Universidad Central

Decadentes recuerdos de pañuelos rojos y viejos, cajones de revolución. La muerte de dios entre tus labios , para ser más exact o en la facultad de filosofía, en la omnipotente escuela de exactas. Los faroles tiemblan, la pileta se oscurese, el asfalto brilla de miedo , con piedras y disparos , mientras los judas se retuercen. Nosotros en la terraza. Interminable cortejo de gradas, entre café s y cigarros. Humo en el pasillo y en las pizarras, ya de vidrio. Mi negra , las marchas, ser selecto y ser secreto. Una suca , una gata , los chapas , la internacional comunista , la diferencial , la derivada , la canción del che Guevara, sus ojos , sus miradas , su boca , sus senos , el amor , el deseo , pero sobre , sobre todo el pueblo. Miles de profesores abusivos que te disparan con su no saludo, misóginos , aburridos , que ni siquiera la clase preparan. Mas mediocres en sus castillos , en las bancas y claro el sueño de la niña que no se casa aunq u
Ya todo terminó, lágrimas recorren el camino de épocas donde murió el amor, yo solo quiero eschucharte decir que estarás bien, que serás feliz mientras me adentro a la vera oscura de tú olvido. Sollozas un no te alejes, musitas un no me olvides. Sin verte, sin tenerte inventaré un mundo en los pedazos de nuestro cariño. Insertidumbre viajera que azotará mi tristeza, Idilio muerto que removerá la melancolía cada tarde, cada día inventaré tu acento, un dulce momento en que me digas que estas bien, que estas contenta. Y así pasará la vida, pasará el tiempo. Un día en un sendero pasarás junto a mí sin dramas, sin remordimientos, tú inmersa en tú destino. Yo perdido en tú dolor. Amaru castelA.
Hoy quiero morir, arrojarme a los presipicios de mis complejos, cortarme con mis sueños rotos y dejar que me aplaste la absurda incapacidad. Hoy me quiero morir, dejar de pelear con el mundo, avandonar el sustento seguro, el aire conocido y la cálida comodidad y su probecho. Salir sin defensas al mundo, negar la ilusión del tiempo, embriagarme e irresistiblemente enamorar al viento y a todos los ojos que me dan miedo. Morir así sin temor sin sufrimiento, por odio, por amor, con dolor y contento, ir muriendo mil años, las noches, las madrugadas con la felicidad en los labios y los deseos a la punta de los dedos. Satisfecho y cansado, avergonzado y temeroso, hoy quiero morir sin arrepentimiento sin pasado sin añorar nada, que ya todo haya sido rebasado. Amaru castelA.
GEOMÉTRICA Dos puntos somos tú y yo la línea es el amor, el círculo la humanidad, un gato es el unfinito. La cruz es el miedo, un triángulo la brutalidad. Un perro es un perro la felicidad! El cuadrilátero es una cerca y un niño es el centro que un poligono engaña. Los números unen el cielo con el mar y los símbolos son las lágrimas, las emociones del mundo. Pero un borrador! Un borrador es la libertad! Amaru castelA.
Universidad Central. Decadentes recuerdos de pañuelos rojos y viejos, cajones de revolución. La muerte de dios entre tus labios , para ser más exact o en la facultad de filosofía, en la omnipotente escuela de exactas. Los faroles tiemblan, la pileta se oscurese, el asfalto brilla de miedo , con piedras y disparos , mientras los judas se retuercen. Nosotros en la terraza. Interminable cortejo de gradas, entre café s y cigarros. Humo en el pasillo y en las pizarras, ya de vidrio. Mi negra , las marchas, ser selecto y ser secreto. Una suca , una gata , los chapas , la internacional comunista , la diferencial , la derivada , la canción del che Guevara, sus ojos , sus miradas , su boca , sus senos , el amor , el deseo , pero sobre , sobre todo el pueblo. Miles de profesores abusivos que te disparan con su no saludo, misóginos , aburridos , que ni siquiera la clase preparan. Mas mediocres en sus castillos , en las bancas y claro el sueño de la niñ
BRUJA. Mujer que caminas con el viento de cabello, botas embarnizadas en plumas y sueños, caderas de melodía, sonajas de medio momento, olor a canela, vino tinto y ceresos. Mujer transparente hilo rojo contento, flores grises y celestes, manos dulces, pies serenos. Ojos brujos los más bellos del templo, del invierno, tú que no te apuras y nunca pides tiempo diles a las nubes cuando llueva, diles cuando duermo. Aproxima tú frescura, enciende en el incienso tus deleites de otro mundo la dulzura de tus secretos, dame un mundo, un pendiente, el anillo de tus deseos, dame los manatiales de tus senos los simientos del universo, dame tu cuerpo y llevate mi alma. Como lobos que han cazado, como los truanes con sueldo, agujas en la lengua, cuchillas en los dedos. No te ampare sus envidias ni te encuentre su malverso. Empuja hacia la oscura indiferencia sus recuerdos, que se pasmen, que se sequen, que se pierdan en un desierto todos
DoRMIR. Dormir cuando la lluvia canta, dormir, mientras el cuerpo se descompensa, dormir, en dos metros de indiferencia, dormir, mientras el mundo colapsa. Olvidar el pasado y su belleza, no pensar, en futuros ni sobresaltos, soñar en un mundo sin tristeza, sin dolor, sin amor ni enfados. Negar la realidad y el entendimiento, apartar el placer y el sufrimiento, dejar todo a la oscuridad, vivir contento, dejar lejos los problemas y el sustento. Cálido sarcofago mullido donde no se conoce al viento ni se habla del auxilio, donde el sueño, un día será eterno. Amaru castelA.
CORAZóN (pasillo). El corazón se revuelca y se levanta, el corazón se asemeja a cuál ave pasajera que indiferente nos canta y conmueve con su pena incomprendida y extraña, de que ya nadie la interpreta y de que ya nadie la reclama. El corazón desdeña el afecto inconsecuente, la avaricia vana y el ego delincuente que esconde y miente, que aparenta y engaña. El corazón se revuelca frente a las palabras, se retuerce y se enferma en las oscuras aguas de ocultas desdichas. Aflora entre lágrimas la emoción de un susurro y en las noches calladas busca en soledad su alivio. Amaru castelA.
TÚ, MI ALMA (pasillo). Con aji de tu boca me quiero picar, con los puñales de tu pecho traspasar mi alma, porque, t u caminar la camela y se va tras tu espalda. En tú trensa vive escondida, solapada, enamorada cuando duermes ensendida cuando te bañas. Y así, a mi cuerpo vuelve, desparramada, enferma, trastornada, irreconocible y pujante que ya no sirve para más nada, solo, para mirarte en todas partes y en mi boca pronunciarte. Las aurolas de tus senos son mis noches son mis sueños, l a profundidad de tu pelo es el vilo que respiro, que sofoca mi cuerpo y destiñe mi razón. Que mi vida envenena tú aroma a hierba buena a limón con menta a ruda con aji, así, quiero tener tu esencia para pintar con tu olor mi cuarto, mi lecho, mi vida y tener la alegría de caminar junto a ti, pegadito a tú espalda. Quiero picarme con el ají de tú boca, emborracharme con el veneno de tus labios, quiero hu
TE QUIERO. Te quiero! Y me trago tu anzuelo, el sedal, el cabello enredado, tus ojos filosos y negros que trazan la herida donde se desparraman mis ganas. Mis días desde que vi tu redonda cadera, apretada, son como un plato de mote sin carne ni sal,  sin fritada, que extraña el cilantro, la pegajosa grasa y dejan tu falta en mis labios estrepitosos como el mar. Te quiero, en mis manos, en mi cuarto, te quiero mi niña en poema, susurro leve en la penumbra de una estancia oculta de aromas, de flores secas y madera. Te quiero con fiebre, con angustia, entre tanta abstinencia que mi mundo se revierte y pierdo mi conciencia y mi alma por ti se vende, se esclavisa. Acepto tú humillación y tú desprecio sí consigo tan solo un gesto, de ti una caricia. Te quiero y a mi condena. Amor cadente y enfermizo, como el alcohólico en la taberna, admirando su vaso cenizo y la puerta. Pero aún  sea la más grave consecuencia cómo podr

Femicidio

Femicidio. Más que un escarmiento esto es una inhumación, un rosario de tragedias y ruegos que han podrido  tú alma. Siento tus dientes fracturar mi mandíbula, la saliva sangiinea de una traquea triturada, falanges primates en mecánica involución, se esconden en conceptos la falacia de tú  amor, de tú necesidad baja de reproducir. Perpetro incontenible en las falditas, en las muñecas, en la ropa de escaparate que tú mismo me diste, por la que me sentencias, con la que ahogas mi vida mientras de lejos retimbran ecos de mi risa niña preparando la víctima para la expiación. Siento tú instinto fósil moverse sobre la tierra, entre mis viceras. Con codicia espeluznante, pala a pala con odio atormentado, con venganza por los besos, por los momentos irreales. Con tu amor en la boca pastosa y mortesina, con tus golpes, con tus insultos siento tu medio centímetro de poder aplastandome. La bulla lejana, el comentario morboso, escandalo y duda, mi nombre sin mí. Siento la pena compartida, l
Hay quien podrá ser azucar, quien sea sal del mundo, yo amargo soy             hiel y ajenjo que a quien intoxiqua torna ciego o sobrecogá y muere. Amaru castelA.
Te quiero! Y me trago tu anzuelo, el sedal, el cabello enredado, tus ojos filosos y negros que trazan la herida donde se desparraman mis ganas. Mis días desde que vi tu redonda cadera apretada, son como un plato de mote sin carne ni sal,  sin fritada, que extraña el cilantro, la pegajosa grasa y dejan tu falta en mis labios estrepitosos como el mar. Te quiero, en mis manos, en mi cuarto, te quiero mi niña en poema, susurro leve en la penumbra de una estancia oculta de aromas, de flores secas y madera. Te quiero con fiebre, con angustia, entre tanta abstinencia que mi mundo se revierte y pierdo mi conciencia y mi alma por ti se vende, se esclavisa. Acepto tú humillación y tú desprecio sí consigo tan solo un gesto, de ti una caricia. Te quiero y a mi condena. Amor cadente y enfermizo, como el alcoholico en la taberna, admirando su vaso cenizo y la puerta. Pero aun sea la más grave consecuencia cómo podría dejar este vicio? Sí cuan
Solo nos dejan la muerte, el coraje, la vergüenza, el honor como justificación máxima, sólo les queda perderse. Y se ha de matar, ya no hay salida como en un sueño lejano de gente vacia, de gente mentira y langosta que destroza el mundo por su comodidad. En lastimera obsesión su destrozo, progreso a voz que de un pozo, fosa común donde niños atentos escuchan anogenados para luego oir la tierra, los gusanos, su suerte. Solo nos queda resistir, poner de un lado al alma y la felicidad enmarcar nuestras caras con silicios y huesos y luchar, luchar por la vida. Con el canto forestal de nuestra liberdad, en el silencio sepulcral de la noche ha de gritar. Que primero se extinga el mundo antes que nuestra dignidad. Amaru castelA.

LABIOS PROFANOS

La almohada gimiente, la sabana toalla, la sombra en la cama de posición imposible, la tarde traumada desde un rincón en penumbras, tú cuerpo doblado en el cajón de pañuelos. Tus labios blasfemos, tus  odios que cortan mientras pretendo valor, tus ojos expulsan, tus manos golpean, tus cabellos son redes atrapadas en dolor. Por qué amaneció? Por qué, mejor no me mentíste? Todos los segundos se riegan en tu piel, todos los cariños ya son muecas de desprecio.  El desazón y la congoja te impulsan a ofender y tu victima resignada solo repite tu condena, le busca argumento, lo justifica, se maldice, pide perdón... Morir por ti al borde del pasado, sentir tu amor como un puñal en vilo de esta cruel pasión que me mantiene vivo pese a tú fiel dolor que me prefiere muerto. Porque no hay razón de tanta inconsecuencia. Porque no hay dolor para el alma desvalida que rompa el corazón y lo convierta en cenizas, nunca
La pequeña de buqles dorados y vestidos de tul, era cuidada permanentemente por los ancianos de la vieja casona, solo unos momentos al ocaso permanecía sola en su hermética habitación. Una sombra joven, sombra de sufrimiento y angustia se ha quedado hace algunos días observandola desde un rincón oscuro de su cuarto, hasta que por fin descide hablarle: - Hola querida niña, yo soy tú amigo.    Tú amigo imginario -eres Jesus? - no, no, yo soy tú... - Seremos los mejores amigos Jesus. - Que no soy Jesus. - Siempre estaré contigo Jesus. - Que no soy Jesus. - Tomaremos el té con todos mis amigos - Oye no, yo no soy Jesus, olvidalo! La joven sombra se retira hacia su rincón donde estaba el agujero por donde entro, pero se encuentra de frente con la niña, de rostro de anciana, manos de anciana. - No te puedes ir.   No puedes dejarme.   Ahora toca jugar a que te crucificamos. El la tranquila habitación, en una pared polvorienta se retuerse en un
Entre las almas turbias del rio Machangara mis palabras hundidas nunca florecen, c omo el muerto bailan al silencio, con  eco, sesando, durmiendo. Voz de implociones y venenos, sacudidas y vientos, violentos, preteritos, desgarrados... Movimientos desmarcando su eterna quietud, su sensual mutismo , el loto nunca floreció, los rios de Amaguaña cantan en mi ventana, otra tierra, otro viento, voz que ya no reconozco impugna entre desconocidos aromas de petalos y un nuevo sol. Entre la vida y la muerte cabe la imaginación, entre drama y destrucción el placer del sexo, luego la culpa y al fin la melancolía. La tristeza del amor como simple caceria se extingue, todo esta dicho para la eternidad, perpetuo instinto de l ser , de ocupar un lugar va desperdigandose , f ui una bombilla que pretendía encender el oscuro oceano roto. Te he buscado desde hace tanto, mi desolada alma . Amaru castelA.
En la juventud uno de mata buscando un camino, para enterarse a la vejez que ser libre es no tener camino. LA LIBERTAD ES NO TENER NINGUN CAMINO. Amaru castelA.
Armo un castillo de tierra ceniza, con restos del naufragio de mi vida. Casi todo se perdió con el sol lejano y extraño que me ha desconocido. Palabras de tristeza y odio, la congoja entre charcos de cariño diluido en problemas y tedio. Un trozo preterito de desolada estancia, de un hogar, las ollas podridas de huida trunca, tres girones de lo que fue el amor y un muñeco descuartizado por el rencor. La obra de mis manos, las concecuencias de mis acciones, deciciones erradas, el cansancio, la locura, el poco caracter que amase. Todo, miles de reproches me traspasan y la culpa en su bravura me angustia, sin esperanza, sin remedio, de frente al futuro que yo mismo desolle. Arrastro en el camino unos trapos que cada ves que los miro me refriegan tu nombre en el rostro. Recuerdo haber aceptado el precio. Haberte empujado al sacrificio y vilmente negarte. Desconocerte y asi haberte dejado de amar, por una locura, por una quimera fugaz, efimera y traiconera. Recuerdo haber eleva
No eres una cosa que se besa en lo oculto, un dulce helado que se lame ante las miradas ausentes, una presa que se agarra donde nunca entra el sol. No eres la víctima que se pervierte y degenera en la piedra. No eres lluvia ni luz, eres caudal tormentoso, la bruma melosa que nubila los ojos, eres lascivia espesa que hunta la piel. Prohibida demonia que otorga la vida. Eres una diosa del paraiso del placer. Inconciente y meliflua, sempiterna y caprichosa. Tú divina manera y tú irresistible poder me sumergen en tu mundo donde solo soy un calabera, la brea en desuso, un ingente sin ser. Y asi me tratas, me llevas bajo tus pies, arrastrado en tú desprecio hasta que un viento milagroso, providencia del placer, te convierte en la fiera con sed de mi desquicio, de mi padecer. Y renasco en la lujuria, se destrozan las cadenas y soy lo que debí ser; pero tú  último gemido, me anula, me vuelve a pervertir. Amaru castelA.
Dice dios: "Sean uno        en la unidad"... De la fila primera. Ella se levanta de su silla, viene a mi. Me besa, entre pastoso sabor a sangre y aire alcalino. Dice zatanas al oido: "se diferente, en la diferencia esta tú poder"... Ella se sienta en mis piernas, mete mis manos a su falda. Baja un ángel enojado y grita: "Dios ayuda al fuerte el débil merece la muerte". Salimos de la mano, del templo donde se juntan las manos. Enroscados en un instinto mágico. Con la angustia de la certeza, de la obligación perdemos algo en cada beso, en cada cópula, en cada almuerzo que se deshace al aire mientras la soga ahorca. "Bienvenida hermana muerte, por mi también vendrás, de mi no te olvidarás"... Se oye el grito de la vida encadenada a este simulacro de vivir cada viernes con una cerveza. La escupen. La bituperan, la niegan. Se visten de colores con su mortaja blancusca teñida con sus reglas, pero calcarea siempre. So
Recuerdo la tarde, la banca de piedra, la pequeña fuente de forma a cajonada, extraña, cuadrangular. Tus ojos, la conversación sobre Satre y Simone de Beauvoir.  Solo tú entiendes cuando hablo de esos temas. Recuerdo la llovizna, la sombrilla negra. El sentimiento de pequeñez que me ha causado el filósofo frente a la feminista, lo mínimo que me ha parecido lo mínimo que yo me siento frente a ti. Al fin una mujer de tal inteligencia y belleza no se merece solo la libertad. Me imagino y presupuesto todo lo que puedo ofrecerte: Libertad, confianza, pasión, erotismo, tal vez una opinión no tan fatua y simplista de las cosas; pero sé lo que una hermosa y culta mujer desea.  Es difícil explicar cuando lo perdí, ése componente de romanticismo y sensibilidad. El instinto de protección que antes tantas veces me funciono en el terreno de Casanova. Las transparencias surrealistas que prendía en las pupilas de tantos sueños subconscientes de doncellas que me oían.  Pero lo perdí. Puedo describ
Nací para ser infeliz porque nací indio, negro, pobre, explotado. Los explotadores, los ricos, los empresarios, los religiosos, pregonan resignación, consuelo,  contento con lo que tocó vivir. Pregonan la paz, la paz de su estancia lujosa llena de bocados dulces y deliciosos, pregonan la libertad de sus negocios, de ganar dinero con el esfuerzo del que trabaja por la sobrevivencia diaria, pregonan el amor de fantasias tontas que justifican el sufrimiento y la injusticia con promesas vanas. Nací para ser infeliz y me han arrancado el coraje para poder cambiar. Nací para ser feliz y me engañan con una vida de slogan de un centro comercial. Nací para ser feliz pero me mantienen infeliz, enfermo, inmóvil, servil con la culpa de un dios que me aniquila. Amaru castelA.
CONSTANTE. Una boca constante de besos redondos, mojados, un cuello flagelado de espigadas mordidas, los pechos concisos, duros, irrigados de candente yeso que se deshace en los dedos. Tu barriga perforada, constante, trampa de arenas movedisas desde donde pescar tus muslos blandos, frescos, resbalosos, es mortal para obtener la posición correcta, poderosa, que no interrumpa la penetración a tu mente. Dominar mil gaviotas, millones en cardumen, seres de movimiento constante, rítmico, fosforecente, que me absorven, que me pierden y convierten en una sola masa con tigo. Con tigo que no se quien eres pero que ya somos uno, en un solo movimiento, turbio, violento, apagado, constante. Y luego, el silencio, el vacio, la calma. Amaru castelA.
Poema x las fiestas de Quito. Yo vivo en otro Quito el Quito Andino el Quito pobre, despreciado, de gatos mojados y perros hambrientos. Yo vivo en un Quito frío, lleno de desamparo. Donde mira el Inti con lástima desde un jilguero, donde la luna rompe en tormenta para tomar sus rosas, sus manos, la palpitante víctima del escenario, por no ser blanca, por ser la mofa, por existir fuera del argumento. Grita una leyenda escrita desde el genocidio: "Dios ayuda al fuerte, el débil merece la muerte" Y los Apus callan. Los protectores desconocen. Las Mamas dan la espalda. Pero Quito sigue, ardiente nido de violentas rafagas, de vida, de almas, de lluvia tolerancia hasta que la olla hirviente caiga, hasta que todos en un puño quebrantan, hasta que partes del mismo shungo quebrantan, hasta que almas del mismo viento quebrantan, destruyan, renueven la tierra y miren al cielo directo, al sol recto, al mismo centro del universo. En la mitad del mundo,