La soledad en la noche del abismo prepará mi almohada, acaricia mi sueño; suavisa el silo que me envuelve con la única seguridad que tengo; tú no regreso. Se sienta junto a la cama, escribe en mis hojas, musita en una jarra, tarararará; se toma mi café. Su melodía se apagó en este abismo de lástima, la luz confuza falló, soledad ¡tú me haces falta! La soledad en la noche de espejismos prepará la cena, baila en el portin, se sienta en mi cama, y navega en mis sueños musita con una jarra, tarararará; se toma mi café. Cuando yo mismo no estoy por la negación que me embarga se que no sirve de nada pretenderte subyugada, a mi parecer. De nada sirve buscarte en mi cuarto en el florido jardin de la vacuidad, en las calles tristes del olvido; de nada sirven ¡si ya no estás! La soledad en la noche de estrabismos se convierte en pena, confusión sin fin, que inunda la cama y el abismo eterno; musita una jarra, tarararará; se toma m
ECUADOR MILES DE AÑOS MILES DE LETRAS