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Entradas

Terror

No he de volver a verte, la luna no se ha de esconder, las tristes horas no callaran y el navegante no llegará, jamás. Los jilgueros desconsolados, los sueños del jardín, el viento papel rugado, las rosas olor a pretil, nunca más. Quién traspasará la muerte sin olvido? Quien superará el miedo al dolor? Camino a sombras sólo el desconocido yerra el destino con la flor de otro sextil. El sonido del vacío, tú voz en los armarios, los muros sin paredes, jamás voltearas a mi. En un lejano relato, tu voz enflorara al sol, a la transeúnte tarde del pasado,  enferma recuestas en su ataúd, tú recuerdo miente, lleno de pavor, mirando al poniente, sin luz,  no podrás dormir. Amaru castelA.

lluvia

Desde que te fuiste no ha vuelto a salir la oscuridad, solo bailo con la lluvia y me oyen las tormentas. El ritmo del goteo, la sangre perdida, el llanto olvidado, cada gota en el piso, los charcos se llenan de vida y sólo ahí te espero. El agua me rodea y me alejo de la luz, mi cuerpo vuela y se hunde, muy pronto me asfixia, me es común y nada se detiene, nada se mueve, quedo así durante el futuro que sigue devorando al pasado y ya no voy para abajo. La histeria, el dolor, la tristeza, ya no tienen sentido, soy una gota de lluvia en tarde enferma, que azota el mar, soy la última angustia en el desolador desierto, violento arrecife que desmenuza al viento, al calmado pensamiento de quien mira las estrellas. Ya no recuerdo como eras, solo que te fuiste, atrapado en sosiego yo me quedé, no recuerdo lo que vivimos ni se ya lo que quiero, solo recuerdo que te fuiste e inició la lluvia, el aguacero constante que oigo cantar y me llama. Amaru castelA.

Despedida

Eras azul como la muerte, fría en la madrugada de melancolía espumosa, eras triste como el pájaro lejano que nunca se acerca. Los cristales de la ventana extrañan tu reflejo y el viejo entablado ya no ronca con tus pasos, los apurados minutos se suicidan cada vez más pronto en saudade tormentoso, esperando tu llegada. Azul el aura que marca el pulso, respiración oscura y dificultosa que silencia el ruido, puntos grises y blancos en el aire viciado de angustia. La tranquilidad osca del vacío añil que encarcela el alma traspasada por tu despedida. Un sentimiento confuso y azul, no saber de donde eres, de quien estas, de que haces, saber al tiempo, que no soy, de donde estoy, de estar sin ti. Locura y extravió, dolor en el vacío y tranquilidad de ya no existir. Azul, las horas, los días, eras azul como la presunción que siempre tenía antes de perderte. Amaru castelA.

poesía armada

A Valentina Cocios. El 12 de octubre cumpliría 16 años. Un pájaro canta, alerta con angustia en la soledad perversa del patio de la escuela. Valentina no llegó, se abrió el bocado del pánico. El dolor y la injusticia, perpetró la bestia su brutal ignominia. El dolor y la injusticia, apabullan el rostro de llanto inconsolado. Paso la tarde, se fue la vida con el juego lastimero de todas nuestras niñas. Ya las piedras callan esperando su flauta, el arrebol anaranjado no ilumina las casas, espera el viento detenido en su danza, el mundo aguarda que se sepa tú verdad. El pájaro canta, llora en su esperanza, llora con la lluvia, llora la ciudad. Con 11 eternidades conociste la entrada, al recuerdo insondable, a las lunas de flor.  ... Valentina, nunca te olvidaremos. Amaru castelA.

poesía armada

A los hermanos Restrepo. A su familia con total respeto, admiración y solidaridad.  Yo era un niño, como ellos, yo cruzaba las noches entre el sic y el mercado, muy dentro del pavimento oía los torturados, oía los muertos. Borraron sus cuerpos para impregnar la memoria, allá lejos en los cerros, allá profundo en las fosas, lagunas policíacas gritan hoy su historia, las lágrimas se transformaron en sangre para impulsa el sentimiento de un pueblo en agonía, de un país en desasosiego. Eran niños como yo, ante fauces de psicópatas que con uniforme y ambición horrorizan los días, se ensaño el criminal, la vocación costumbrista de torturar en un gobierno de inhumana descomposición. Cruz y fiesta en las mentes, palo y bala en las calles, no fueron niños para la prensa, fueron silencio en las mentes y con el miedo transeúnte  nos lesionaron para siempre. Ecuador sube sus peldaños, cargando todos sus muertos y aunque intenten callarnos somos más los que s

Tú Nombre /~

Entre una mata de ají y el tapial de rosas, entre la ruda y el floripondio un corazón se esconde, se pierde tras la sombra mustia, tú nombre. La maceta rota, los ladrillos troquelados, el sol encandilado, entre olor a toronjil. Nadie te vio, tu paso fugaz de hierva mora permite y el coyuyo aromático de conejos y faisanes encubre. Mas, te presiento real, más que aquel cielo y más que este infierno de sosiego y calma,  escucho tus palabras  de colores entre mis serenas y grises percepciones. El pájaro contigo habla,  lo veo y de ti adivino un movimiento previo, una mueca de encanto, segundos para descubrirte, la ansiedad de no terminar el juego. Es tan inmenso este jardín, un patio destartalado, enano, donde miles de perros callejeros ahora son dueños  y no me dejan perseguir,  te cubren, te tapan. La zinnia y la anémona te delatan, un ratón me guía,  tras la vieja verja de madera corroída, estas y eres, lejos de la lápida pretérita, estas,

Sueños

Despiertas en la caja 90% de batería y alumbra a media penumbra, golpes en la madera, un pájaro que se aleja, miles de insectos que no hacen ruido. Pasos que se elevan con ganas de mirar, aplausos rítmicos que eufóricos responden a la voz que los domina, las ganas de fumar. Despiertas en el timbre, vibra el entablado y el transporte se fue, tictac de lavadero con minutos ahogados, otro día atrasado y olvidado en el sifón. Mueves la cabeza para ubicar los recuerdos, una rosa en el pecho que marchito los pecados y el celofán espinado desecho en la distorsión. Las ganas de fumar. Despiertas en la oscuridad del desierto, contenido en un tetraedro, bajo la monstruosa presión de la tierra y el incesante oleaje de cadenas. Ya no hay espacio afuera, el universo siguió sin ti y aunque no importe el destino, sin presente ni motivo, no debes permanecer allí. La sed, el silencio, las nubes inmensas, el tedio, el hambre con las ganas de fumar, todo genera un movimiento y el mecanismo del d

poesía armada

A Jorge GLASS. Allá lejos la voz no alcanza, allá lejos aprisionada razón, a la sombra de los buitres la verdad enmudeció. Yo lo vi el último día desde el balcón en destrucción y sentí el coraje del poncho,  del sombrero de paja y del azadón, la plaza grande se cubría  con cenizas de la traición. Yo sentí su dignidad     reconfortarme, sentí recorrer su coraje por las calles, sus propios compañeros lo vendieron, sus enemigos disfrazados  detuvieron nuestro sol. Cubrió la noche magra con tinieblas, de esas de bóveda negra  en sótano de ricachón, pero su dignidad nos enseña que una sola luz enciende un cielo y que con una estrella se inicia un nuevo sol. Y el firmamento apareció, se lleno de luces, caminando con un nuevo resplandor, Ecuador tiene memoria y los barrotes no aprisionan nunca tú corazón. Fuerza amigo, compañero. Amaru castelA.

Cielo Rojo

A tu lado el mundo no es más que un lienzo que baja del cuello y se extiende entre tus senos, una tupida enredadera con aroma a vida,  con sabor a ensueño. Es una visión en cada mano,  un espejismo de sirenas,  no es más el mundo     que una quimera  del camelar de tus caderas de balance de piernas.  El mundo ya no existe en tus ojos,   en tu boca redonda donde fluyen  meloso universos rojos,  dulce aliento a mar, a canela.  Frente a ti el tiempo cae,  se pierde  y sin ti la realidad detienes.   Vivir en un recuerdo  es imprescindible  hasta el momento que apareces  nuevamente en mis sueños.  Y el todo está en tu espalda, el bien en las curvas de tú cintura,  el mal en tu enojo y en tu bravura,  y al entrar a ti  la muerte y el cielo rojo.  Amaru castelA. 

Pasado

Poder verte tras un cristal,  saber que obtuviste la felicidad,  ver una casa de niños,  ver un mundo de flores,  me destroza. Poder hallar otra persona completa y segura,  camino trazado y claro,  cielo limpio y sin pedazos,     ni sobras,  me alegra.  Poder ver como llena tu luz y verte desde lo oscuro,  poder saber que no me recuerdas,  ni necesitas,  me mata. Sentir la vida que pasa brutalmente en un segundo,  reconocer que he perdido todo un mundo,  un universo,  entender que no existo,  que no existí,  porque en tus recuerdos no soy quien ahora soy. Saberme perdido, olvidado,  es tan destructivo,  me va desintegrado,  cada parte,  me va descarnado,  cuando te miro. Amaru castelA. 

La Cita

Me citas para terminar,  otra vez arruinas el mundo, arruinas mi paz,  por qué no sinceras tú fin,  lo hablaste con tus amigas y hoy debemos expirar,  después por enésima vez al sonreír y llorar, nuevamente sederas, sedere,  querrás que te demuestre, que ruegue, que en el cielo una luz aparezca  y sepas que puedo cambiar. Quieres que sea otro,  otra persona hecha  con refacciones de sueños, aspiraciones la gente, desquites de tús amigas, tu madre, tu abuelo, como crees que debo ser. Me citas para terminar, nuevamente y este juego está perdiendo el gusto.  Trastornas la paz y el ritmo del universo y luego si ya no quiero, mil horas de depresión, este juego se va haciendo un tormento.  Nunca he sido amigo del pasado pero hoy haré una excepción  y no quieres,  lo más sano es alejarnos  y devorarnos en otros, volcar el sentimiento a otro corazón y tampoco quieres. Me citas nuevamente, para otra vez terminar y hoy no voy, nunca más, ya no hay antes ni después. Amaru castelA. 

ELLA ES UN CONDOR

Ella es un condor, cuando abre las alas; eternidad;  su vuelo de muerte traspasa el movimiento, la petrificación. Ella es un condor,  extasis distante que se posa en las sombras,  brutal desmembración. Ella es un condor en mi cascada  de ganas y miedos,  presipita su enviste y desgarra las llamas  de mi interior. Ella es un condor con garras tersas y delicadas  que ingresa en mis vísceras  y me hace el amor. Sumerge su mundo,  sus ojos en mi sangre  y me atraviesa con una nueva ilusión,  un nuevo mundo,  otra esfera,  otra muerte.  Amaru castelA. 

LA ROPA SECA AL SOL

La ropa se seca al sol incandescente, el viento fluye en violenta paz, la hierba verde, el cielo azul, tranquilidad extrema aunque no haya que comer. La ropa se seca bailando indiferente, un ensueño se posa en el jardín crecido y las mariposas iluminan la acuarela, la ropa se seca aunque no haya quien la vaya a recoger. El tiempo, también colgado del alambre, espera, permite que esta tarde impere sobre cualquier otra alteración.  Los pájaros cantan, entre juegos y aullidos los otros sobreviven, pero aquí en esta estancia ya nadie habla. Llega la lluvia y la oscuridad, la ropa se moja y todos aquellos que aquí me miran siguen con hambre, con frío, con llanto, esperando que la ropa se seque

Ven con migo

Ven con migo al afuera, donde no usemos palabras ni equivocaciones, sin temor a las mentiras que transforman las mañanas. Ven con migo hacia atrás, con las botas descarchadas, hacia el lago primogénito de cálido pasar, preguntemos los gritos con que terminan el círculo y la esperanza. Ven con migo desde el miedo, saltemos charcos de mil infancias, golpeemos puertas de miles de años y escondamos en las ramas las pisadas. Rompamos cristales, alas, herrajes,  las cantaras para liberar flores y dejar la hierba   entre almas. Ven conmigo, ven, para no sentirte en la ausencia, para no necesitar tu espacio, en el vacío junto al frío de mi cama. Ven a mis planicies donde la realidad no flota, el tiempo no importa y la vida no cambia. 

Ausencia

Era solo melancolía        disfrazada de oscuridad aquella tristeza enferma           con vapores de lamentación.  La estética de ostra, los miles de ojos, millar de bocas; ella, todas ellas, enrollada en mis sienes pretendiendo indiferencia. Bella _ encantadora de espinas voluptuosas  y palabras de sangre, no importa sí te vas  o te acercas; la amargura si era mía cuál lluvia de primavera; como sol de lápidas, todo perdió importancia  tras la pena que por ti siento,  que encendió mi esencia. Delirio de supervivencia,  negar las alas en la caída  eterna,  martirio que endulza la tortura y suaviza el sino,  cruel embuste  que calma el dolor  a la luz de tú ausencia.

Encierro

Vas por ahí cavilando,  vas con rumbo fijo e inapelable,  te conformas con una sombra pueril de regocijo  mientras justificas  de todas formas tú cobardía. El miedo es una sonrisa  maquillada de gentileza  y la servidumbre es una lógica  embadurnada de razón.  Donde acallaste el rugido?  Donde olvidaste el corazón?  Allá bajo piedras,  entre ruinas,  pensamientos,  identidad,  tiemblan, sollozan,  se esconden temerosos de ti.  Pero sigues, mirada arriba, puño cerrado, deleitado en la basura  con la que designaron tú vida.  Encerrado con la libertad que margina de tus deseos y tú tiempo,  empecinado en acumular lo que no necesitas y nunca poseerás.  Encerrado en una ilusión de cristal  que de cuando en cuando giran  para que la lluvia de escarcha  te haga llorar.  Encerrado en tú libertad, encerrado en tú libertad. Amaru castelA. 

Criminal

Dices te amo y tus palabras tintinean, giran y regresan, vuelven a temblar. Todo el mundo continúa en su giro, sin perpetrar esta desilusión. Dices te amo y cada letra        rasga y desespera, escapa del fluir, de la mentira, hasta el aire que las puebla es brisa del cementerio. Asesino silencio, hoy necesario no llegas, el firmamento sigue abierto escuchando tú insinuación. Que raro que ahora tu alma, raíz de tormentos y cómplice de amor, haya perdido su persuasión, pareces una flor hundida en las tinieblas del mar, en las islas desiertas que anhelan la multitud y la devoción. La vuelta no se detiene y todo ya casi está, miró tus ojos mientras dices te amo y el inmenso colapso en mi interior duele. Hace horas que el día fue y hace tanto que la noche no llega, con poco dejaste tus sangrantes palabras y los desmoronados recuerdos qué continúan frente a mi, retazos del mundo, camino vacío que nadie transita.

Tiempo

Pronto llegará mi muerte, no hay otra explicación,  urgencia de vivir, negar la realidad, vivir los sueños en acuarela de matices secos. No hay tiempo para desperdiciar, conversación insulsa,  apariencia lame suelas,  trabajo esclavista y reproductor. No hay tiempo que desperdiciar en no hacer una obra trascendental, observar, conmover, escuchar. Llegar muy pronto, antes que ella, antes de que la sombra tope, la piedra del chaquiñan. Llegará alegre, vestida con flores y calado sensual, ya no dejará que hable, me iré gustoso, enamorado y olvidaré todo. Todo se denegará, entre polvo y cenizas,  humus y vapor, seré  otra vez dios, parte de todo, ya no seré ni sabré quien hoy soy. Muy pronto vendrá la muerte, no hay otra explicación, no hay tiempo para desperdiciar. Amaru castelA.

Lágrimas sobre Papel

Pará ti solo soy unas letras, una figura traslucida que observa desde fuera  de tú habitación,  un animal distante que existe en otro continente.  Solo soy palabras, sílabas ordenadas con ritmo y musicalidad, sin corazón ni alma, que pintan escenas desde tu interior. Soy el sueño de mil rostros, el antagonista monstruoso que de niña te hizo llorar, el sacrificio inconcluso que nunca te liberó.  Soy el recuerdo que buscas y que nunca ves. Por eso cuando me miras no sabes quien soy, por eso cuando tomas mi mano aprietas otros deseos, por eso cuando te hablo escuchas otra voz.  Eternal suplicio, querer que sepas que te amo y saber que en mis labios besas otra ilusión.  Brutal castigo, recorrer tu cuerpo de mármol sin obtener calor, poblar el mundo de tus sueños en miles de personajes sin que ninguno sea yo.  Triste condena, saber de toda tú pasión y solo poder sentirla en una lágrima sobre el papel.  Amaru castelA. 

CAE TORMENTA EN TOLONTAG

Cae tormenta en Tolontag, las piedras reflejan los años, la hierva penetra mojada y resbala un cielo vertiginoso. Las nubes pueblan la tierra. Caen las gotas y traspasan, se pierden en el alma, urgencia en el aire que reclama la expansión, el huir, el dejar sesgado un futuro predicho. Yo corro, tu corres, mientras el tiempo detiene nuestros movimientos, un río torrentoso arrasa delante todo lo que conocíamos, se abre la esperanza y una nueva estación inicia. Estamos en el cielo, aún lejos del Apu, pero estamos con él, en él y podemos sentir como acompaña y se ríe. Trastoca la acuarela una niebla que difumina y matiza el verdor dentro del negro de tus ojos, ningún pajaro tiene tu voz que se irradia entre las montañas. Cae tormenta en Tolontag como si la cangagua llorara en todos los ojos cálidos, en todas las caras rosadas, en todas las sonrisas nunas, de quienes aquí dan vida. Amaru castelA. 

Sufrimiento

Hoy el corazón duele, el aire enfermo oprime y hace que desprecie mi amada soledad, saudade vibrante de ansias, de otro tiempo, de otro espacio, de salir corriendo y destruir los días desde que no te veo. Urgencia despiadada de olvido, de otros rostros, de otra voz, que silencie tu sonrisa, que finja con migo como si no te escucharamos, como si no estuvieras, aquí donde el vacío se llena de tus recuerdos.  Quisiera nuevamente irme, salir corriendo, perderme en el astio que tantas veces me cobijo, partir, huir, descansar de este sentimiento que vuelve a revitalizar al amor.  El reflejo del cristal lleno de cerveza donde poder encerrar todo lo que siento, el aroma familiar del cigarro que convoca a la poca seguridad que aún no se ha marchado, la paz de la soledad y la tranquilidad del encierro, de la marginación, del mantenerse lejano al sufrimiento.  Amaru castelA.   

poesía armada

Poesía Armada. 1 La última revolución. Pensaban que se detendría, que dejaría de rodar, por su inclemencia, por su letanía de mentiras y de odiar. Nunca entendieron ni han querido entender que somos más, que la verdad no se cambia por palabras, que como olas  vienen la esperanza y la justicia trayéndonos la paz. La igualdad, el sentimiento, solidaridad con el sufrimiento, por una década nos marcó , los otros no entienden, no han entendido por que sus intereses no les permiten pensar. Y el capital va perdiendo el dominio con el que oscureció la razón y su egoísmos van perdiendo protagonismo en la mente a la que llegó el sol. No detengan el fluir, no dejen que la rueda pare,  gira y gira la revolución y el oleaje va marcando la clave, Se sostiene la última revolución frente al monstruo esclavista, medieval, feudal y monarquista. Fascista de algodón y leyes de podredumbre, capitalistas y medios de comunicación Condenados hace rato a su prop

Olvido

Ya No se que hacer,  este dolor me mata.  Hay un lugar desde el olvido donde nada pasa, todo se repite y se queda.  Lejos de tu lado el tiempo en alacenas pierde su interior, no entiende lo que fue, sabe que nunca será y duda si en realidad vivió. No se que hacer,  ya no soporto este dolor,  ni la música ni el viento,  la voz de las palabras y la dulce razón,  el veneno que ilumina y el torrente del temor,  nada se queda, nada me llena,  nada detiene esta insondable quietud,  el vacío retumba,  el silencio donde faltas,  la luna eras tú,  el sol era tu amor,  el mundo,  las estrellas  estaban en tus manos  y tus ojos eran la luz  que hacían que todo exista. Las huellas que ríen y se ocultan,  las huellas que dejaste,  el aroma que pulula, aparición maligna que atormenta y daña por qué sólo la presiento y no la puedo alcanzar,  el paso en las tinieblas de los días,  la asfixia en la soledad de las noches, el recuerdo que se escapa  y casi ya no puedo sostener. Hay un lugar en el olvido